Ban Ki-Moon pide a países de los Balcanes que abran sus fronteras a refugiados

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, criticó la decisión de Austria y varios países de los Balcanes de restringir el paso de los miles de refugiados que intentan llegar por esa ruta a los países de Europa Central, y los urgió a abrir sus fronteras. Ban advirtió que las limitaciones impuestas incumplen con el Estatuto de los Refugiados de 1951 y subrayó que están creando «una situación difícil en Grecia», donde miles de personas han quedado atrapadas a la espera de que Macedonia, primer país de la ruta de los Balcanes, abra sus fronteras. Desde que Skopie cerró sus fronteras el domingo pasado, miles de personas han comenzado a amontonarse en el campamento de la localidad fronteriza griega de Idomeni, mientras que otros tantos, algunos con niños en brazos, tomaron a pie la ruta que conduce al paso, a unos 200 kilómetros de Atenas. Más de 120.000 personas han llegado a Europa por el Mediterráneo en lo que va del año, informó hoy la Organización internacional de Migraciones (OIM), antes de detallar que sólo el miércoles llegaron a Grecia 3.348 refugiados e inmigrantes. Mientras que en enero, según el registro de las autoridades griegas, lo hicieron 67.415 personas. «El secretario general es totalmente consciente de las presiones que sienten muchos países europeos. Sin embargo, llama a todos a mantener sus fronteras abiertas y a actuar con espíritu de compartir responsabilidades y solidaridad» Stéphane Dujarric, portavoz de Ban Ki Moon «Hay una verdadera necesidad de compartir responsabilidades a nivel global», dijo Ban a través de su portavoz, Stéphane Dujarric, quien recordó que ese asunto estará en el centro de una cumbre internacional convocada para el próximo septiembre en Nueva York. «El secretario general es totalmente consciente de las presiones que sienten muchos países europeos. Sin embargo, llama a todos a mantener sus fronteras abiertas y a actuar con espíritu de compartir responsabilidades y solidaridad», dijo. Austria, Bosnia, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Kosovo, Macedonia, Montenegro y Serbia han acordaron esta semana reforzar los controles en sus respectivas fronteras para frenar el avance de los inmigrantes, una decisión que causó malestar en Grecia, cuyo canciller llamó este jueves a consultas a su embajadora en Viena. Las autoridades griegas se sienten excluidas de las decisiones tomadas por sus vecinos y advirtieron que Grecia no se convertirá en un «depósito de almas» ni en «el Líbano de Europa», en relación al inmenso número de refugiados sirios que han recibido asilo en dicho país. Por su parte, Austria, sostuvo este jueves en una cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas, que si Grecia controlase como es debido su frontera exterior, no sería necesario que Austria tomase medidas unilaterales. En ese sentido, el gobierno griego ordenó este viernes a las autoridades de las islas cercanas a Turquía que reduzcan el número de migrantes autorizados a viajar por ferry al continente, donde ya hay miles de refugiados varados y en condiciones cada vez más desesperadas ante los límites impuestos por sus vecinos. La Dirección General de la Policía Eslovena (GPU) informó que Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia han acordado dejar pasar un máximo de 580 refugiados al día a través de sus respectivos territorios en su camino hasta Austria y Alemania. Ese número específico fue acordado el pasado 18 de febrero en una reunión entre los jefes de la policía de esos cuatro países y de Austria, aunque no fue hecho público hasta este viernes. Las decisiones unilaterales de los estados europeos ante la mayor crisis migratoria en 70 años han desgastado al bloque regional, donde en el último tiempo algunos países han creado pequeños bandos para adoptar medidas de acuerdo a las conveniencias de cada uno, aunque también allí han saltado las diferencias. «Croacia envió el jueves a Eslovenia un total de 850 refugiados, muy por encima del acuerdo adoptado, por lo que les recordamos el acuerdo logrado», señaló la policía eslove