En una decisión con no pocas controversias y polémicas, el Banco Central de la República Argentina determinó este miércoles una fuerte suba de tasas.
La decisión ya fue oportunamente adelantada tras conocerse el dato de inflación núcleo de julio, que arrojó un 1,8%, todavía muy por arriba de los límites que se había fijado el propio Federico Sturzenegger para las metas que se tienen para este año.
Con intervenciones mediante el mercado secundario, el Central provocó un incremento de la tasa de Lebac en todos los plazos.
Para la del plazo de 28 días, que hace solo diez días había colocado a 26,50%, subió el rendimiento hasta 26,90%. Se trata de una fuerte señal, ya que esta Lebac es la que sirve de referencia para el mercado y la que más acumulación de compras registra en cada licitación mensual.
Pero hubo además fuertes aumentos a lo largo de toda la curva de rendimientos, la cual quedó casi plana. Y para los plazos más largos la tasa quedó incluso un poco más elevada, algo que se da por primera vez desde que asumió Sturzenegger al frente del Central. Para el vencimiento de mayo de 2018, por ejemplo, el rendimiento de las Lebac en el mercado secundario quedó en 27,35%. Hace apenas una semana esa tasa era del 26,85 por ciento.
La intervención a cargo del Banco Central, en todos los plazos, pretende conseguir dos efectos a la vez: endurecer la política monetaria aún más para contrarrestar la elevada inflación y al mismo tiempo alentar a la colocación en plazos más largos, ante tasas que son ahora mucho más atractivas que en el pasado.