El Caótico Banquete de los Rolling Stones que Redefinió el Rock
El 1968 fue un año crucial para los Rolling Stones, marcando su resurgimiento en el mundo de la música con un evento que se volvió legendario. La banda no solo presentó su álbum Beggars Banquet, sino que lo hizo de una forma inolvidable: con una batalla de comida que desató el caos y la risa.
En 1967, los Rolling Stones enfrentaban una crisis. Tras el fracaso de su disco *Their Satanic Majesties Request*, muchos dudaban de su futuro. Sin embargo, en mayo de 1968, “Jumpin’ Jack Flash” llegó como un rayo, marcando el renacer de la banda.
De las Cenizas a la Gloria: el Regreso de los Stones
Con *Beggars Banquet*, lanzado en diciembre de ese mismo año, la banda encontró su auténtico sonido, fusionando blues, folk y rockabilly. Este álbum no solo salvó sus carreras, sino que también redefinió el rock and roll en una época de reinvención artística.
La Inesperada Fiesta en el Gore Hotel
Originalmente, los Stones soñaban con celebrar el lanzamiento en la emblemática Torre de Londres. Pero las autoridades británicas lo prohibieron, y la alternativa fue el elegante Elizabethan Room del Gore Hotel en Kensington, donde podrían recrear el ambiente medieval que deseaban.
Un Banquete Medieval Previo al Caos
El 5 de diciembre de 1968, un día antes del lanzamiento, la banda llegó vestida de mendigos medievales, listos para la ocasión. El ambiente estaba cargado de expectación y música de fondo, pero Keith Richards, el alma rebelde, no pudo asistir por enfermedad.
La Guerra de Comida: Un Acto de Rebelión
Todo estalló durante el postre. Cansados de los retrasos impuestos por Decca Records, Mick Jagger lanzó un pastel de crema a Brian Jones, lo que desató el caos. Los Rolling Stones habían transformado un banquete formal en un campo de batalla lleno de risas y confusión.
Las Consecuencias y la Risa de Jagger
La ira de la banda se expresó a través de una guerra de pasteles que involucró a todos los asistentes, incluyendo a los ejecutivos de Decca. Mick Jagger, con su agudeza característica, bromeó: “Envíen las cuentas a Austere’s”, dejando en claro que la fiesta sería cubierta por la casa.
La Última Fiesta de Brian Jones
Para Brian Jones, esta fiesta marcaba su último gran evento. Siete meses después, perdería la vida, mostrando la delgada línea entre el estrellato y la autodestrucción.
Un Legado Caótico y Brillante
Aquel banquete se convirtió en una leyenda del London Swinging de finales de los sesenta. *Beggars Banquet* alcanzó puestos destacados en las listas, demostrando que los Rolling Stones habían vuelto con más fuerza que nunca. Esa noche caótica fue un recuerdo perfecto de su espíritu indomable.
Esta fiesta no fue solo un evento; se convirtió en un símbolo de la capacidad de los Rolling Stones para reinventarse y conectar con su audiencia, dejando una marca indeleble en la historia del rock.
