Los europeos sorprendieron y se pusieron en ventaja con un gol en contra de Marcelo. Neymar, la figura del partido, lo empató y cuando el local la pasaba mal, el árbitro cobró un polémico penal para el conjunto de Scolari. La estrella del Barcelona lo cambió por gol, mientras que Oscar anotó el tercer tanto en el final del partido
La expectativa llegó a su fin cuando Brasil y Croacia inauguraron el inicio de la vigésima edición de la Copa del Mundo. Por el Grupo A, el pentacampeón y anfitrión del certamen abrió la cita ante el elenco europeo, que tuvo la notoria ausencia de Mario Mandzsukic.
Más allá de las intenciones del conjunto de Luiz Felipe Scolari, el que generó la primera ocasión de peligro fue el combinado conducido por Niko Kovac. Una proyección de Ivan Perišić y un cabezazo de Ivica Olić amenazaron con enmudecer al Arena Corinthians de San Pablo.
Justamente, el croata más incisivo del encuentro envió un punzante buscapié que sorprendió a Marcelo. La escasa reacción del lateral del Real Madrid hizo que la conquista enmudeciera a los 65.000 espectadores que colmaron el estadio.
La figura de Neymar tomó las riendas para intentar encauzar el pésimo comienzo sudamericano. Una asistencia que Fred no pudo capitalizar y las gambetas al borde del área enemiga pusieron en jaque el arco defendido por Stipe Pletikosa.
Si bien el delantero del Barcelona debió ser expulsado por un codazo a un adversario, la falta de carácter de Yuichi Nishimura le dio la oportunidad de seguir en cancha, dado que el japonés sólo le mostró la amarilla. Por lo tanto, «con una vida más» el máximo referente de Brasil se adueñó de la pelota y, con un disparo rasante, anotó el 1 a 1 para la tranquilidad de «Felipao».
En el complemento no varió la fórmula de los entrenadores: el brasileño envió a todas sus figuras al ataque, mientras que el croata optó por refugiarse en su última línea, para apostar por los contragolpes comandados por Luka Modric.
Las suspicacias se hicieron sentir cuando el árbitro sancionó una supuesta infracción de Dejan Lovren sobre Fred adentro del área. Desde los doce pasos, la gran figura de la tarde paulista festejó el 2 a 1 para que el pentacampeón comience a ilusionarse con su sexta estrella.
En el desenlace del espectáculo, Croacia buscó con más sacrificio que criterio ofensivo. Un remate de larga distancia de Modric, que desvió Julio César, y los constantes centros frontales fueron las herramientas que empleó un equipo que mereció algo más que la derrota digna. El grito de Oscar para sellar el 3 a 1, los polémicos fallos arbitrales y la presión de la gente jugaron a favor de un equipo que comenzó con el pie derecho. Un arranque muy similar al que habían tenido en Corea-Japón 2002, aunque en ese entonces, la víctima había sido Turquía.
Fuente > infobae.com