Los caninos son considerados carnívoros, pero esto no quiere decir que la carne es lo único que pueden comer. Se pueden incluir otros alimentos naturales como frutas y verduras, así nuestras mascotas podrán absorber más nutrientes y vitaminas que beneficiarán a su salud.
Cuando se trata de la alimentación de nuestro perro, lo primero que se nos viene a la mente es el pienso seco. Sin embargo, esto está dejando de ser una pauta estricta, por lo que cada vez hay más adeptos sobre la alimentación 100% natural para los caninos.
Más que una tendencia o moda emergente, proporcionar una alimentación natural a los perros está orientado en optimizar su salud, tal y como sucede con los humanos, que en algún momento de sus vidas deciden dejar a un lado los productos procesados e incluyen en su dieta sólo ingredientes frescos y naturales.
¿Qué alimentos podemos incluir?
Los perros pueden comer casi todo lo que ingieren los humanos, el detalle está en las porciones, que no deben ser grandes, y como se deben adaptar a la mascota de manera progresiva.
Cuando hablamos de alimentos naturales, lo primero que se nos ocurre es la carne, toda vez que los perros son carnívoros. Aunque este alimento será su base alimenticia, no es el único que requieren.
No es común pensar en frutas y verduras como parte de su dieta, sin embargo, estas sí se pueden incluir como complemento y son muy beneficiosas, porque proporcionan gran cantidad de nutrientes, antioxidantes y fibra.
Hay que tener en cuenta, que son tóxicas para las mascotas todas las semillas o huesos que contienen las frutas y es posible que generen alergias o intolerancia, así como problemas para respirar, entre otros daños para su salud. Hay que eliminarlas de las porciones.
Entre las frutas buenas para perros está la pera, la cual contiene vitaminas C y E, y se les puede dar como golosina ya que no es altamente calórica, además ayuda a limpiar su dentadura.
También es beneficiosa la manzana, de hecho está catalogada como una de las mejores. En cantidades moderadas es fácil de digerir, muy suave, además tiene concentraciones regulares de vitaminas A, B, C, E y K.
El melocotón igualmente es recomendado por ser muy saludable, contiene vitaminas A, B1, B6, B12 y C, y una alta concentración de antioxidantes.
Otras frutas que se pueden incorporar son plátano, piña, mango, papaya, níspero, fresa, coco, sandía, melón y naranja.
Aparte de frutas de origen natural, hay muchos más alimentos que pueden comer los perros. Está obviamente la carne, que es la base de su alimentación, que puede ser de cerdo, res, pollo, conejo, caballo o pavo. Las vísceras (hígado, corazón y mollejas) pueden servir de complemento, aunque no en la misma cantidad que la carne.
Se pueden incluir como acompañamiento, huevos, que son una fuente de proteína de alta calidad, así como carbohidratos, como por ejemplo arroz, patatas, pasta o avena, entre otros, pero no en alta cantidad.
Igualmente, se pueden considerar verduras como tomate, zanahoria, batata, pepino, lechuga, espárrago, calabaza, pimiento, apio, remolacha, brócoli, calabacín, espinaca, entre otros. La mayoría de estas verduras es recomendable dárselas al perro, de forma cocida, ralladas o en pequeños trocitos.
Hay que informarse bien sobre los alimentos naturales que pueden ser tóxicos para el perro. Entre las frutas y verduras están aguacate, uvas pasas, cebolla, ajo, tomates verdes, setas silvestres y patatas con brotes verdes.
Son evidentes las diferencias
Son muchas las ventajas que aporta a nuestra mascota la alimentación natural. Las diferencias con respecto a la comida procesada son notables y, lo que es mejor, la esperanza de vida de la mascota será mayor.
Como su sistema inmunitario se fortalece, enfermará menos y esto lo hará sentirse más feliz, lo cual también viene dado porque son alimentos que le gustarán mucho y disfrutará mucho al comerlos.Nuestro perro lucirá un pelaje brillante y suave, como su organismo absorberá de mejor manera los nutrientes, sus heces serán de un tamaño más pequeño, serán secas y no tendrán un penetrante olor. Tendrá menos gases, bajará la intensidad de su olor corporal, e incluso de su aliento. También se disminuye el riesgo de padecer alergias alimentarias.