El miércoles pasado, la Cámara de Diputados llevó a cabo la ceremonia de juramento de los legisladores que asumirán su puesto el próximo 10 de diciembre. La ceremonia estuvo marcada por la llegada de 125 nuevos diputados, divididos entre distintos bloques políticos: 64 provenientes de la alianza Libertad Avanza (LLA) junto con la UCR y el PRO, y 45 del bloque Unión por la Patria (UxP).

Un Ambiente De Tensión: Discusiones y Reacciones

La sesión estuvo llena de tensiones, comenzando con fuertes intercambios entre legisladores. El presidente de la Cámara, Martín Menem, recibió la reelección en un entorno de impugnaciones y diversas opiniones. La asistencia del presidente Javier Milei, acompañado por figuras como su hermana Karina y el jefe de Gabinete Manuel Adorni, aumentó la atención mediática.

Durante el juramento, se produjeron enfrentamientos verbales notables. El diputado justicialista Aldo Leiva instó a Milei a “no vender la patria”, mientras que los legisladores de LLA respondieron con un coro de apoyo a su líder. Esta dinámica marcó la jornada con un ambiente de polarización.

SituacionesControversiales

Particularmente destacadas fueron las declaraciones de varios diputados peronistas, quienes juraron «por Cristina Libre». Estas manifestaciones provocaron reacciones airadas de sus colegas libertarios, que respondieron con recriminaciones. La jornada se transformó en un espectáculo de chicanas e insultos, con la izquierda uniéndose también a las críticas hacia el gobierno.

A las 13:00 horas, la sesión inició bajo el liderazgo de Gerardo Cipollini, el legislador de mayor edad. Su rol fue crucial para dirigir el evento, el cual concluyó con un balance entre celebración y confrontación, reflejando la cicatriz de un país dividido.

Con una nueva camada de diputados en funciones, el entorno político argentino se prepara para una etapa decisiva, marcada por tensiones y la búsqueda de acuerdos en un contexto cada vez más desafiante.