Y es que según el informe “Resumen de Juego” para el año
fiscal 2009, publicado por Gaming Control Board, los
260 principales casinos del estado de Nevada, en Estados Unidos,
han perdido dinero por segunda vez en su historia. Concretamente
la friolera de 6.700 millones de dólares.
Sólo en Las
Vegas Strip, una calle de más de 6 kilómetros que agrupa a los
principales casinos de Las Vegas, y que generan el 53% de los
ingresos por juego de toda Nevada, la crisis ha arrojado
unas pérdidas de 4.100 millones de dólares.
Los datos no serán tan llamativos de no ser por la fama
que precede a los casinos de que “son ellos los que siempre
ganan”. Es más, este negocio en la meca del juego venía
experimentando una notable expansión en los últimos años. Pero
parece que esta vez no ha sido así.
De hecho,
durante el pasado año, los ingresos derivados del juego
han caído un 12,3% y los correspondientes a la
ocupación hotelera –cuyo sector está sufiriendo fuertemente los
estragos de la crisis- en la llamada ciudad del pecado, un
16,6%.
En cuanto a
la tasa de ocupación, ésta se ha visto mermada de 42,8 millones
de dólares en 2008 –con una tasa del 86,8%- a 41,6 millones en
2009 -82,2% de ocupación-.
Aunque sigue habiendo ingresos, estos no son suficientes para
hacer frente a un negocio que requiere de titánicas inversiones
y que sólo había “naufragado” anteriormente en 2003, cuando las
empresas de juego de Nevada registraron pérdidas de 33,5
millones de dólares.
La llamada Sin City, tradicional refugio contra la crisis, que
recibe su nombre de la existencia de áreas verdes con
manantiales, en contraste con el desierto que las rodeaba,
ha visto, por tanto, reducidos drásticamente los
ingresos totales procedentes del juego, de 25.000
millones en 2008 a 22.000 millones un año después.
Pero la crisis que azota a los casinos de Nevada no solamente ha
salpicado al sector hotelero. Otros negocios se han resentido
por la pésima situación que atraviesa el juego en uno de los
lugares más conocidos por esta actividad.
Incluso la
venta de bebidas se ha visto afectada por la disminución del
juego. Pues si no hay clientes, no hay consumo