La Cámara dio vuelta la sentencia que los condenaba a pagar a la vedette 30 millones de pesos. Los periodistas son inocentes y la productora Eyeworks tendrá que pagar una indemnización menor.
La Cámara en Lo Civil, sala B revirtió los términos del fallo de primera instancia que había favorecido a la vedette Beatriz Salomón con una condena a América TV, Eyeworks- Cuatro Cabezas, los periodistas Daniel Tognetti y Miriam Lewin, de Puntodoc y los conductores Jorge Rial y Luis Ventura de Intrusos en la Noche al pago de 30 millones de pesos de indemnización por daños y perjuicios.
Todo se originó en 2004, cuando un informe sobre Alberto Ferriols, cirujano plástico casado con Salomón, a quien se veía en una cámara oculta en una transacción con una paciente trans, obteniendo sexo a cambio de descuentos en las operaciones se emitió por el programa de investigación Puntodoc, donde trabajaban Tognietti y Lewin. En el informe se recogían también denuncias por mala praxis y el supuesto funcionamiento de un quirófano no habilitado en el consultorio del médico.
Cuando el informe- en el que no se mencionaba el nombre de Salomón – salió al aire por América TV, en otro estudio ella y Ferriols eran entrevistados por Rial y Ventura, con quien tenía una relación amistosa en su programa Intrusos en la Noche.
Salomón acusó a los productores y periodistas de Puntodoc y de Intrusos y al canal de haber causado daños a su intimidad, la de sus hijas y haber perjudicado su carrera. Alega que se constituyó entre los dos programas una «gran orquesta» para causarle perjuicios.
La Cámara rechazó la demanda contra Tognetti, Lewin, Rial y Ventura y América TV, mientras que Eyeworks deberá resarcir a Salomón con una suma de 600 mi pesos más intereses, considerablemente menor a la establecida por el juez de primera instancia.
«Si “Cuatro Cabezas S.A.” (hoy “Eyeworks Argentina SA”) deberá responder por los daños que resulten debidamente probados no sucederá lo mismo con los conductores Miriam Lewin y Daniel Carlos Tognetti. Es que, como ya lo he señalado no se aportó una sola prueba en punto a que aquéllos hubiesen acordado con los restantes demandados crear un show mediático como se dijo al demandar. Tampoco, por cierto se explicitaron con claridad en la demanda cuales eran los ilícitos que se les atribuían, más allá de que pudiese surgir de la prueba que Lewin podría haber sido la autora del informe cuestionado (repárese que al igual que Tognetti se los demandó como conductores y por haber orquestado con los otros demandados un show mediático, cosa que no se probó) dice el escrito.
La Sala también puntualiza que Salomón no determina en su demanda cuál fue el rol de Ferriols en los daños que se le causaron y destaca que no lo incluye en la causa.
La vedette, representada por la abogada Adriana Rosenfeld hizo pública su victoria judicial a principios del 2017, pero ahora sufrió un revés.
El tribunal considera que Salomón y Ferriols no concurrieron a presenciar desde el estudio de Intrusos en la Noche el informe de Puntodoc mediante engaños, como la parte actora alega, sino que sabían que estaban siendo grabados y que se les ofreció la posibilidad de retirarse cuando resultó evidente la naturaleza del informe de Puntodoc. «Te vas a quedar? Ella respondió, si claro. En ese momento el dicente (Ventura) se mete en la charla y le ofrece a Beatriz y a Ferriols ver el programa Puntodoc en la producción o en el estudio que eran los dos lugares más cómodos para ver el programa tranquilos y Salomón le responde que era mejor en el estudio».
Los jueces aseveran que Salomón sabía que su reacción ante el informe sobre su esposo sería emitida en el programa Intrusos en la Noche, que saldría al aire esa misma noche a continuación de Puntodoc.
La Cámara desestima además que Salomón haya perdido oportunidades de trabajo como consecuencia del informe y para eso cita textuales de la vedette en el programa de Susana Giménez publicitando una obra de teatro suya en Carlos Paz y pericias contables que establecen que sus ingresos en lugar de disminuir, aumentaron en los años siguientes al escándalo. Además, considera que no esta probado que haya sido prohibida ni excluida de su actividad profesional como sostiene Rosenfeld en uno de sus escritos. (TN)