El ex ministro de Economía Domingo Cavallo opinó en su blog personal por qué «no hay elementos que permitan esperar un mejor clima económico y social en 2021». Admitió que conducir la política económica con acierto es un desafío para cualquiera en un contexto como el actual, pero sostuvo que las medidas del gobierno de Alberto Fernández son «una sucesión interminable de torpezas».
Frente a las elecciones legislativas de 2021, Cavallo consideró que los partidos nucleados en Juntos por el Cambio ya comenzaron a notar una oportunidad y «tienen incentivos para mantenerse unidos e incluso ampliar el alcance de sus acuerdos».
Del lado del oficialismo, explicó que «no se visualiza un sector con ideas claras sobre el diagnóstico y las vías de superación de la crisis», pero explicó que si no se producen cambios en la «conformación y funcionamiento del Gobierno» los problemas se acentuarán aún más.
«Adquirirá una dimensión incluso mayor que la que se vivió en las épocas del Rodrigazo de 1975, la hiperinflación del 89 y 90 y la crisis del abandono de la convertibilidad en 2001-2002», aseguró.
«La última y hasta aquí, más grave torpeza, fueron los cambios producidos en el manejo cambiario luego de que se logró cerrar exitosamente la reestructuración ordenada de la deuda», explicó. Además, sostuvo que el «acceso muy limitado y selectivo del público» a la compra de dólares sólo aumentó el malestar de la sociedad.
«Falta de profesionalidad del equipo económico» y el «temor al funcionamiento de los mercados libres». Así explicó por qué el oficialismo decidió optar por un mercado controlado el cual considera como una organización «deficiente». Cavallo sostuvo que el Banco Central no conseguirá acotar la brecha entre dólar oficial y el contado con liquidación, el dólar bolsa y el dólar blue y como consecuencia «el crédito bancario al sector privado será muy limitado y cada vez más caro».
Para él, en este contexto no va a haber inversiones y tampoco se repondrá la capacidad productiva del país, por lo que «la economía enfrentará continuas caídas del producto potencial».
«A medida que las empresas puedan reactivarse, necesitarán invertir en capital de trabajo porque habrán quedado con una situación financiera muy desmejorada como consecuencia de meses de inactividad o de actividad muy limitada», explicó y agregó que las que no logren financiarse permanecerán cerradas o sus negocios terminarán.
«La creación de empleos será inferior a la cantidad de trabajadores que, habiendo dejado de buscar trabajo durante la cuarentena, intentarán retornar a la actividad una vez que el ingreso familiar de emergencia haya perdido capacidad adquisitiva o vaya siendo reducido en su alcance», dijo.
Con respecto a la inflación, consideró que si el Indec confirma que hubo una disminución en septiembre el Gobierno lo tomará como una muestra de que su política de estabilización está funcionando.
«Muy probablemente esa interpretación conducirá a acentuar el apego del Gobierno a los controles de precios y el congelamiento de tarifas de servicios», dijo y agregó que cuando el BCRA ya no pueda sostener estas medidas y haya una mayor pérdida de valor de la moneda, los efectos inflacionarios serán peores.