La CGT en Alerta: Posible Ruptura con el Gobierno por Proyecto de Reforma Laboral
La Confederación General del Trabajo (CGT) está en pie de guerra y busca una ruptura con el Gobierno. Convocará de manera urgente a su consejo directivo para definir un plan de acción ante la nueva propuesta de reforma laboral.
En medio de una creciente tensión, la CGT ha respondido con firmeza a la presentación del proyecto que promueve la flexibilización en la contratación y despido de trabajadores, limitaciones al derecho a huelga y un debilitamiento de la acción sindical.
Gerardo Martínez, la Primer Voz de Rechazo
Gerardo Martínez, representante de la CGT en el Consejo de Mayo y líder de la Uocra, ya mostró su desacuerdo al ausentarse de la presentación oficial del proyecto en la Casa Rosada. “Hemos planteado nuestras objeciones en el consejo”, comentaron cercanos al sindicalista tras su reciente viaje a Washington vinculado al Banco Internacional de Desarrollo.
Dudas Sobre el Proyecto de Reforma
La CGT considera preocupante tanto el contenido del proyecto como la prisa que la senadora libertaria Patricia Bullrich intenta imponer en el debate. Un sindicalista recuerda la historia de la “ley Banelco” de la Alianza, cuando Bullrich, como ministra de Trabajo, no pudo avanzar debido a denuncias de sobornos. Hoy, la senadora busca que la iniciativa se trate en el Senado antes de fin de año.
Estrategia de Diálogo para Frenar el Proyecto
La central obrera ha decidido abrir canales de comunicación con gobernadores y legisladores de la oposición con el fin de bloquear el avance del proyecto en el Congreso. Se han llevado a cabo reuniones con mandatarios de Provincias Unidas y legisladores del PJ, aunque las expectativas son bajas ante el poder que ha ganado La Libertad Avanza.
Posibles Acciones de la CGT
Si la situación no mejora, el ala más combativa de la CGT está considerando activar un plan de lucha. Esto podría incluir acciones judiciales, dado que consideran inconstitucionales las limitaciones al derecho a huelga, así como también la organización de manifestaciones en la calle o un nuevo paro general, sumando así a las tres huelgas generales que ya han tenido lugar durante la gestión de Milei, aunque con resultados dispares.
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