Por el momento no se ha confirmado si será remolcado al puerto de Bilbao o a otra dársena del norte de España, ya que ello depende de la decisión que haya adoptado el armador. Comenzó el remolque del carguero panameño a la deriva en el Golfo de Vizcaya Fuentes de la Autoridad Portuaria de Bilbao han asegurado por su parte que el puerto de la capital vizcaína ya ha iniciado los preparativos para recibir al buque y que pueda ser atracado en él, aunque hasta mañana no se sabrá su destino. Las mismas fuentes han señalado que el buque sigue escorado ya que en la mar es muy difícil enderezarlo, una tarea mucho más sencilla de llevar a cabo cuando se encuentre en puerto y se recoloque la carga de unas 3.600 toneladas de madera y una decena de máquinas de obra pública que transporta y que podría haberse desplazado, provocando que el barco se haya inclinado de costado. Cuatro técnicos de la compañía especializada holandesa SMIT Salvage han conseguido conectar el barco con el remolcador español Centaurus, encargado de llevarlo a puerto. Para poder comenzar la tracción había primero que evacuar a esos cuatro técnicos y después colocar el navío a favor del viento, una fase calificada de crítica y que se ha conseguido esta mañana. La Prefectura ha explicado que las condiciones meteorológicas eran más favorables que en días anteriores para llevar a cabo este último intento. El equipo da prioridad a alejar de la costa el buque, que está en estos momentos a unos 45 kilómetros, y a hallar una zona «refugio», que esté bien protegida del viento y permita intervenir en el barco para enderezarlo. En el rescate del mercante, iniciado el pasado martes, participan también una fragata Primauguet de la Marina francesa con un helicóptero a bordo, el remolcador español Ría de Vigo, el francés Abeille Bourbon y el buque de apoyo Argonaute, estos dos últimos fletados por la Marina gala. La embarcación, de 164 metros de eslora, había zarpado de Gabón con destino al puerto normando de Le Havre con 22 tripulantes, que fueron evacuados la semana pasada en un helicóptero de Salvamento Marítimo español. En sus tanques se calcula que lleva unas 300 toneladas de carburante y, según la Prefectura, no sería por lo tanto susceptible de «generar una gran marea negra» si se produjera un vertido tal y como ocurrió en 2002 con el buque Prestige, que zozobró frente a las costas gallegas derramando unas 63.000 toneladas de fuel de las 77.000 que transportaba. Además, las autoridades francesas creen que el casco y los depósitos de combustible del Modern Express están intactos.
Comenzó el remolque del carguero panameño a la deriva en el Golfo de Vizcaya
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