La mayoría de nosotros nos miramos al espejo y somos conscientes de si tenemos algún kilo de más o de menos, pero… ¿cómo saber hasta qué punto me estoy pasando de kilos? ¿Estoy en un peso adecuado o me paso demasiado y estoy poniendo en peligro mi salud?
Pues para eso está el IMC. Desde ya os digo que el IMC nos da una orientación, pero a día de hoy se sabe que hay otras medidas que son mucho más adecuadas para saber si estamos en nuestro peso o no. Pero como primera aproximación es perfecto.
En la red podemos encontrar muchas páginas donde metiendo nuestro peso y nuestra altura nos dicen cuál es nuestro Índice de Masa Corporal y si es adecuado o no. Yo os recomiendo que lo calculéis vosotros mismos, ya que es muy sencillo.
Apunta tu peso (recuerda, debes pesarte preferiblemente por la mañana, antes de ingerir nada, sin ropa y siempre el mismo día de la semana) y tu estatura. ¿Ya lo tienes? Pues la fórmula es la siguiente:
Como ejemplo, voy a calcular mi Índice de Masa Corporal. Yo mido 1.63 metros y peso unos 55 kilos. 55/(1.63×1.63) = 20.70. Ese sería mi Índice de Masa Corporal.
¿Ya tenéis calculado el vuestro? Pues ahora vamos a ver qué nos indica ese numerito.
Si el IMC está por debajo de 18.50, entonces tenemos un peso bajo.
Si nuestro IMC está entre 18.50 y 24.99, entonces tenemos un peso normal.
Si nos da un IMC entre 25 y 29.99, tenemos sobrepeso.
Si nuestro IMC está por encima de 30, entonces tenemos obesidad.
Siguiendo el ejemplo anterior, como mi IMC es 20.70, estoy en un peso normal. En ese rango deberíamos intentar estar todos.
Como veis, en este índice no se tiene en cuenta la edad, ni el sexo, ni la complexión de la persona. Tampoco distingue entre músculo y grasa (por ejemplo, una persona con una gran masa muscular pesará más, y por tanto este índice probablemente nos diga que esa persona tiene sobrepeso, cuando no es así).