Como detectar un ataque de ansiedad
Es importante minimizar los síntomas para no magnificarlos.
Frente a un ataque de ansiedad podemos sentir:
– un incremento brusco de la sensación de ansiedad y miedo;
– taquicardia;
– palpitaciones fuertes;
– aumento de la temperatura corporal;
– sudoración;
– temblores;
– sensación de irrealidad;
– despersonalización (sentirse fuera de uno mismo);
– temor a morir, a perder el control o el conocimiento;
– sensación de ahogo, sofoco;
– opresión o malestar torácico;
– sensación de entumecimiento u hormigueo.
¿Qué hacemos ante un ataque de ansiedad?
Si nos ocurre a nosotros, lo importante es intentar calmarnos y prestarle poca atención a los síntomas, porque de lo contrario, les damos entidad y entramos en un círculo. Por ejemplo: si repentinamente nos duele el pecho, pensaremos que tenemos un problema en el corazón, que podemos morirnos o desvanecernos. Esto aumentará nuestra ansiedad, nuestro miedo ante la situación, y podemos llegar a sofocarnos, comenzar a sudar, tener palpitaciones… Para evitarlo, es fundamental calmarnos para entender qué sucede. Respirar profundo y tomar un vaso con agua pueden ayudarnos. Claro que, en caso de ser necesario, deberíamos realizar una consultar con un especialista.
Si le sucede a otra persona, podemos ayudarlo conversando para distraerlo y que olvide sus síntomas, colaborarle para que no magnifique los síntomas, ya que por sí mismos no le causarán ningún daño, y serle útil para que se controle, intentando no llamar la atención de las personas a su alrededor. Se estima que un ataque de pánico puede llevar hasta media hora para que finalice.