Hace casi dos meses que Anahí Salcedo -la mujer de 32 años detenida cuando una bomba casera le explotó en la mano en el cementerio de Recoleta- ingresó al hospital Fernández con quemaduras graves, tres dedos amputados traumáticamente y lesiones maxilofaciales.
Tras una cirugía de reconstrucción de su cara y varias semanas bajo coma farmacológico, la mujer tuvo una evolución médica favorable y este jueves fue llevada a declarar por primera vez. Sin embargo, sus abogados aseguran que aún no está en condiciones de hacerlo ni de ser trasladada a un penal.
Pasado el shock inicial, Salcedo está mejor, aunque casi no habla, aseguran en su entorno. Eso se debe en parte a los “alambres” que todavía tiene en la cara producto de la operación de reconstrucción facial a la que fue sometida. Por otro lado, como ya había señalado su tía Carmen Salcedo, la mujer es “muy reservada”.
La explosión del 14 de noviembre frente a la tumba del ex policía Ramón L. Falcón no afectó ninguno de sus órganos sensibles; puede ver y escuchar. “Entiende todo pero le cuesta hablar. La abogada de la Gremial de Abogados la fue a ver en dos oportunidades al Fernández. Ella escucha lo que le dicen y asiente con la cabeza”, aseguró a Clarín su abogado Eduardo Soares, compañero de militancia de los años ’70 de la tía de Salcedo.
Soares, además, señala que la joven anarquista “tiene periodos lúcidos y otros en los que está perdida”.“Debe ser por la cantidad de remedios y calmantes que toma”, asegura, y apunta que días atrás tuvo una infección en una de sus heridas que la obligó a volver a ingerir antibióticos.
“Hasta hace una semana hacía preguntas insólitas o se confundía a las policías que la custodian con sus hermanas”, relata su tía, Carmen Salcedo, quien reconoce que está molesta con su sobrina aunque no la descuida.“Estoy enojada porque es una estupidez lo que hizo. Pero ella quedó huérfana a los 6 años y yo hago de mamá. Me ocupo de los abogados y los trámites porque tiene que hacer rehabilitación y kinesiología. Era monotributista así que tiene obra social”, explicó.
Anahí Salcedo, la militante anarquista que puso una bomba en el cementerio de la Recoleta el 14 de noviembre de 2018.Proveniente de una familia de dirigentes peronistas, Salcedo militó desde joven y hace pocos años se desempeñó como concejal del FPV en Tigre. Antes del episodio, solía mantener fuertes discusiones con su sobrina sobre política. «Está en contra de cualquier estructura partidaria, religiosa, y de los medios. Para ella todo es burgués y responde a intereses patronales, patriarcales», plantea Salcedo.
Semanas atrás, en televisión se había diferenciado del pensamiento de su sobrina. «Tenemos seis familiares desaparecidos pero nunca jamás a nosotros, como peronistas, se nos ocurrió ir a poner una bomba», dijo.
Custodiada por efectivos de la Policía Federal, en el Hospital Fernández Anahí Salcedo sólo recibió las visitas autorizadas por el juzgado y la defensa. Entre ellas, la de sus dos hijas. “Ver a las nenas es lo que mejor le hace”, aseguró su letrado.
Después de la cirugía de reconstrucción facial, que la obligó a realizarse una traqueotomía, Anahí estuvo en terapia intensiva con respiración mecánica. Tras ser llevada a una sala de cuidados intermedios, el último parte médico del hospital había señalado una actitud “vigil, colaboradora, estable hemodinámicamente” y que toleraba «una dieta vía oral”, aunque sólo ingiere comida blanda.
Atentado anarquista en la tumba de Ramón Falcón en el cementerio de la Recoleta del 14 de noviembre de 2018.El 14 de noviembre, día en que explotó la bomba, Anahí estaba acompañada de Hugo Rodríguez, procesado y con prisión preventiva en la cárcel de Marcos Paz. Lo único que declaró Rodríguez es que los jóvenes detenidos en el resto de los domicilios «no tienen nada que ver» con el episodio.
Uno de los caños encontrados en el Cementerio de la Recoleta, tras el atentado a la tumba de Ramón Falcón, junto a un cartel que dice «Simón Vive! En los corazones de Todxs Lxs Insurrectxs», en referencia a Simón Radowitzky, el militante anarquista que asesinó a Falcón en 1909.El juzgado de Julián Ercolini envió a personal del cuerpo de médicos forenses a examinarla y según fuentes judiciales, corroboraron que está en condiciones de declarar. Además, desde el juzgado libraron un oficio al Servicio Penitenciario para corroborar que cuentan con los medios suficientes para recibirla y también obtuvieron respuesta positiva. Con esa documentación, Salcedo fue llevada este jueves a la alcaidía de los Tribunales de Comodoro Py para que le tomen declaración indagatoria.
Por Jazmíon Bullorini