Cómo embotellar tus propios tomates para guardarlos y tenerlos a mano cada vez que los necesites.
Preparación:
1- Comenzar hirviendo una olla grande de agua. Meter los tomates en el agua hirviendo durante un minuto o dos. Cuanto más maduros los tomates, menos tiempo necesitan (el objetivo no es cocinarlos sino que sea más fácil pelarlos).
2- Después de haber estado en el agua hirviendo, transferirlos al agua fría, y si es posible, enfriarla con hielo. Cortar el núcleo del tomate y pelarlo. La piel sólo debe deslizarse de la pulpa.
3- Llenar los frascos con las tomates cortados en cuatro, completándolo hasta el cuello. Son ideales los frascos de boca ancha, si los tienes.
4- Una vez llenos los frascos de tomates, añadir agua hasta el cuello del mismo y agregar también una cucharadita de sal y una de azúcar. Limpiar la boca del frasco y cerrarlo bien con tapa y anillo.
5- Colocar los frascos llenos y cerrados en una olla gigante de agua hirviendo. El agua debe cubrir todo el frasco, incluso la tapa. Hervir durante 45 minutos, y dejar que los frascos se asienten durante 24 horas.
6- Guardar los frascos de tomates a temperatura ambiente, lejos de la luz directa. ¡Y a disfrutar de los tomates todo el año!
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