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Conocido mundialmente por sus encantos, Brasil es una maravilla que nadie debería dejar de visitar. El país vecino, por su extensión, conjuga la naturaleza del amazonas, la fuerza de los más caudalosos ríos, las cálidas aguas del mar azul con arenas blancas con la calidez de su clima y su gente. Su extensión también hace que resulte prácticamente imposible llegar a conocerlo todo en un sólo viaje por las inmensas distancias y la incomodidad de sus rutas y caminos.
Llevaría meses sólo recorrer en auto la carretera de la costa. Afortunadamente, hoy es posible viajar de otras maneras acercándose al mundo de manera sencilla y disfrutando de gran comodidad con cruceros a Brasil desde Argentina. Las modernas rutas marítimas frecuentadas por cruceros a lo largo de la paradisíaca costa brasileña puntúan las playas más destacadas y maravillosas para conocer en este país lleno de ritmo y sabor. Grandes conocedores del placer al vacacionar, las compañías de cruceros han encontrado la combinación perfecta entre relax en altamar y disfrute en las playas tropicales. Es por ello que a continuación, siguiendo la estela de estas embarcaciones de lujo, algunas de las mejores playas de Brasil a la vista desde un crucero:
- Rio de Janeiro
La imperdible ciudad maravillosa a la que toda latinoamérica le canta es ahora uno de los destinos más frecuentados desde los cruceros de categoría. La mítica playa de Copacabana, de locación céntrica y una perspectiva única de la ciudad es el punto de anclaje para entrar en este destino incomparable. Si lo buscado es disfrutar de la playa, los numerosos puestos cercanos a la arena y el agua cálida de este puerto, conocido como La Princesa del Mar, la opción es hacerlo desembarcando en Río de Janeiro. Pero las opciones no incluyen sólo vida de playa. La ciudad es vibrante y ofrece las mejores discotecas, bares y atracciones para todas las edades y estilos. Caminar por las calles escuchando músicos callejeros, sentarse a beber una cerveza sintiendo el calor del ambiente y el acento de las conversaciones es un imperdible, además de visitar el morro Pan de Azúcar y el Cristo Redentor.
2) Ilhabella
Situada a la altura del gigante Sao Paulo se encuentra la Isla Bella de la región, como su nombre lo indica. Esta isla marítima es la de mayor extensión del Brasil, ofreciéndose a todos los visitantes como un auténtico paraíso natural. La conservación cuidadosa de la flora y fauna autóctonas se debe a que un 85% de su territorio es parte de un parque nacional conocido como Parque Estadual de Ilhabela, lo que implica un alto porcentaje de zona ecológica protegida. Debido a la rocosidad de numerosas de sus playas, éste es un destino ideal para visitar en crucero ya que el acceso a estas recónditas áreas es sólo posible por vía marítima. Los atractivos de esta maravilla natural son de lo más variados e incluyen numerosas trillas o caminatas para recorrer más de 70 cascadas en su interior o, para aquellos amantes de las profundidades y los misterios del mar, extensas playas rocosas habitadas por restos de naufragios que es toda una aventura conocer.
3) Angra dos Reis
El archipiélago más famoso del Brasil se encuentra en otro de los puertos recorridos por las numerosas embarcaciones que deleitan a sus visitantes. La ciudad de Angra dos Reis mira hacia el mar azul, ofreciéndose como la puerta de entrada al paraíso de las islas brasileñas más famosas. Con más de 2.000 playas, entre islas y continente, esta es una parada obligatoria para los amantes del agua cálida y cristalina que baña las arenas blancas de la costa. Esta ciudad portuaria, con gran historia y desarrollo turístico, ofrece actividades para todas las edades y preferencias. Desde la práctica de deportes acuáticos hasta snorkeling o paseos en barco, tanto niños como adolescentes y adultos pueden sentir el calor del Brasil en la famosa Ensenada de los Reyes, como fuera bautizada en el siglo XVI. Vale la pena desembarcar en su costa y disfrutar de la mejor gastronomía, con pescados y frutos de mar frescos y preparados para el deleite de los visitantes.
Las playas de Brasil son innumerables a lo largo de su extensa costa. Desde grandes ciudades con una vida cultural y nocturna activa hasta pequeñas urbes con playas de aguas cristalinas y silenciosos atardeceres, cualquiera sea el camino de un crucero a lo largo de esta nación, será sin duda un acierto.
