Con motivo de la Campaña Nacional de Educación y Prevención en Lepra que se celebra durante la primera semana de octubre, el Ministerio de Salud de la Nación, trabaja para seguir reduciendo la incidencia de la enfermedad y sus secuelas. La detección precoz es vital, ya que localizar a los enfermos tempranamente reduce las lesiones físicas y acelera la curación. Aunque Argentina alcanzó la meta de eliminación definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con una tasa inferior de 1 cada 10 mil habitantes, actualmente 550 pacientes se encuentran en tratamiento, de los cuales, 277 fueron diagnosticados en el año 2013. Su diagnóstico y la instalación del adecuado tratamiento gratuito –provisto por la OMS a través del Programa Remediar– son fundamentales para disminuir las discapacidades físicas y sociales, permanentes y progresivas que produce. La lepra, o enfermedad de Hansen, es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium leprae que afecta principalmente la piel, las mucosas y los nervios periféricos. Se transmite de una persona enferma –el paciente bacilífero– a una persona sana susceptible, a través de un contacto estrecho y por un periodo prolongado. Se caracteriza por presentar lesiones en la piel y debe sospecharse en toda persona que presente manchas rosadas o amarronadas con pérdida o disminución de la sensibilidad en dichas lesiones. Además otros síntomas pueden ser entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies; debilidad de las manos o pies; presencia de nódulos en la superficie corporal, o también heridas o quemaduras no dolorosas en las manos o pies. El diagnóstico se basa fundamentalmente en el interrogatorio del médico para saber si la persona procede de una zona endémica o ha tenido contacto con personas que padezcan la enfermedad; el examen clínico con una inspección meticulosa del cuerpo a fin de detectar la presencia de lesiones en piel y mucosas sin sensibilidad; y el bacteriológico que permiten saber si el paciente es “multibacilar” o “paucibacilar”, información importante para saber si contagian y cuál es el tratamiento adecuado a seguir. Desde el Programa Nacional de Lepra de la cartera sanitaria nacional, se trabaja para lograr la interrupción de la transmisión del Mycobacterium leprae, el diagnóstico precoz de casos nuevos y el control de sus contactos para garantizar de forma continua y gratuita la distribución de la medicación. Además de ocuparse de la educación del equipo de salud y la comunidad para lograr la inserción social de las personas afectadas y sus allegados. En nuestro país existen centros especializados en la atención del paciente de lepra que funcionan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en los distintos partidos de la provincia de Buenos Aires y en las provincias de Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Salta, Jujuy, Tucumán, Córdoba, Santiago del Estero y Santa Fe, donde la enfermedad es endémica. Emblemáticamente, el Hospital Nacional “Baldomero Sommer”, situado en la localidad bonaerense de Gral. Rodríguez, se erige como el establecimiento de referencia nacional para esta enfermedad. En la actualidad, y en consonancia con la evolución del concepto y los avances en el tratamiento de la lepra, ha extendido su perfil de atención a otras patologías, aunque continúa siendo un centro de atención especializada de enfermos de Hansen. Algunos datos epidemiológicos La Argentina alcanzó la meta de eliminación definida por la OMS como una tasa de prevalencia inferior 1 cada 10.000 habitantes que continua en descenso. En el año 2013 se registró una tasa de prevalencia nacional es de 0,14/10000 habitantes y la tasa de detección nacional es 0,73/100000 habitantes. Sin embargo la provincia de Formosa todavía persiste como un bolsón endémico con una prevalencia de 1.64/100000. En el país, la lepra se caracteriza por su moderada endemicidad y focalización en ciertas áreas geográficas como las provincias del NEA, NOA y centro del país, aunque en los últimos
Consejo sanitario para prevenir y controlar la lepra
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