Cuando hay una preocupación por algunos kilitos de más, la llegada del calor hace que busquemos poner el cuerpo en forma.
Para eso, el famoso doctor Máximo Ravenna y la nutricionista Liliana Grimberg, medica de la Clínica Ravenna, proponen una dieta desintoxicante pero equilibrada en cuanto a los principios nutritivos.
1) Para el desayuno y la merienda conviene elegir lácteos descremados, importantes por el aporte de calcio, como yogures y quesos de bajo contenido graso, licuados con agua o leche y frutas de estación, ensaladas de frutas frescas sin azúcar, acompañados de infusiones frías o aguas saborizadas acalóricos.
2) Antes del almuerzo y la cena tomar un caldo o sopa light o dos vasos de agua. Acompañarlo con un plato de ensalada de verduras de todos los colores que nos aportan vitaminas y minerales.
Propuestas generales:
– Respetar siempre las cuatro comidas.
– La medida es el plato playo de verduras y debemos incluir las proteínas como las carnes blancas (pollo sin piel, pescado), carnes rojas magras, huevo, quesos magros, jamón cocido desgrasado.
– Tomar abundante agua mineral, saborizada, acalórica, gaseosas o jugos diet. Infusiones de té, té saborizados de hierbas de frutas, mate, mate cocido, café.
– Recordar que en el verano las altas temperaturas nos hacen transpirar y perdemos gran cantidad de líquido y minerales, que debemos reponer.
– Limitar al máximo las harinas refinadas como ravioles, fideos, pan blanco, galletitas, ricos en grasas saturadas y ácidos grasos trans. Producen adicción y a pocas horas de ingerirlas, se vuelven a sentir ganas de comer.
– Elegir alimentos de bajo índice glicémico (son alimentos que me producen una respuesta menor y más prolongada sobre la glucemia).
– Incluir legumbres (lentejas, arvejas, habas, porotos, garbanzos) en las ensaladas.
– Incrementar el consumo de verduras y frutas frescas ya que contienen gran cantidad de agua y fibra. Regularizan el tránsito intestinal y contienen vitaminas y minerales.
– Elegir alimentos frescos de baja densidad energética, es decir, más volumen y menos calorías.
– Se puede probar de todo. No hay alimentos prohibidos, lo que sí está prohibido es comer de más. Es clave recordar cuáles son los alimentos que me disparan a seguir comiendo.
– Elegir siempre alimentos saludables pero de sabores neutros. Recordemos que los alimentos que me gustan demasiado estimulan nuestras papilas gustativas y mandan señales para tener más hambre.