Crisis en el Sector Yerbatero: Productores en Peligro de Abandonar la Cosecha
El futuro de la zafriña de verano pende de un hilo, mientras los yerbateros enfrentan una dura batalla contra precios insostenibles.
La situación del sector yerbatero argentino se ha vuelto crítica, y Sergio Delapierre, ex director del Instituto Nacional de la Yerba Mate, comparte su perspectiva sobre los desafíos que se avecinan para los productores en el contexto actual.
Desafíos Económicos que Amenazan la Cosecha
Delapierre advirtió sobre un posible boicot a la zafriña de verano: “Algunos productores simplemente no podrán iniciar la cosecha porque los precios están muy por debajo de los costos de producción.” Esto ha creado un escenario donde muchos yerbateros no cuentan con suficientes recursos económicos ni para remunerar a los cosecheros, lo que hace casi inviable la recolección de la yerba.
Diferencias en la Capacidad de Cosecha
No obstante, no todos los productores se ven afectados de la misma manera. “Hay quienes podrán cosechar, especialmente aquellos con empresas verticalmente integradas que hacen su propia distribución”, explicó. Sin embargo, la realidad de muchos otros será muy distinta. Delapierre anticipa una cosecha limitada en Misiones, evidenciando que la industria permanece activa, mientras que los productores quedan relegados.
Una Pérdida Relativa para los Productores
El exdirector subrayó que los yerbateros están trabajando a pérdida. “Solo unos pocos, con yerbales nuevos y rendimientos altos, logran cubrir sus costos”, afirmó. Los 15,000 productores en general enfrentan un panorama sombrío, donde es común escuchar que están operando con pérdidas.
Precios que no Acompañan los Costos de Producción
El valor de la hoja verde se ha mantenido por debajo de lo necesario. “El último precio promedio era de $260 por kilo, mientras que los costos de producción superan los $410”, resaltó. Los productores necesitan un precio mínimo de $500 por kilo para evitar abandonar sus cultivos, lo que intensifica la crisis actual.
La consecuencia de esta situación está llevándolos a considerar seriamente la posibilidad de vender sus tierras. “Algunos sobreviven porque tienen otros ingresos, pero quienes únicamente dependen de la yerba mate atraviesan un momento muy difícil”, concluyó Delapierre, vislumbrando un futuro incierto para el sector.
