Cresta Roja nuevamente en crisis
La empresa Cresta Roja lejos está de ser un símbolo de recuperación económica tal como se había anunciado. Los conflictos parecen nunca terminar. Esta vez 650 trabajadores, de un total de 2300 que componen en la actualidad la empresa, debieron discontinuar sus labores por una «reorganización productiva». Desde que Proteinsa SA ganó en 2016 la compulsa para quedarse con la avícola, la empresa no deja de enfrentar conflictos de disversas índoles. En julio de 2017, la empresa atravesó su primer gran golpe cuando se incendió la planta de incubación de La Aurora, ubicada en San Miguel del Monte. El incendio dejó enormes pérdidas económicas. No obstante, la empresa nunca pudo alcanzar el máximo en la producción al que llegaron sus anteriores dueños con 400.000 pollos. Los problemas financieros tampoco acompañan. Desde julio hasta agosto de 2017, según el Banco Central, la compañía acumuló 1639 cheques rechazados por $189,9 millones, que, posteriormente, comenzó a abonar. Por otro lado, están los conflictos gremiales. Delegados de la avícola denuncian una situación crítica y alertan que hay faltantes incluso para alimentar a los pollos. Desde el 29 de diciembre hasta el 11 de enero, las plantas estuvieron sin producir. Tanto la empresa como los delegados esperan que la situación no se repita y que el recuerdo de empleados reclamando sus sueldos no vuelva a aparecer tal como pasó antes de la quiebra en 2015.