Horror en Córdoba: Restos humanos hallados generan conmoción y dolor
Un impactante descubrimiento en el barrio General Urquiza ha destapado un oscuro crimen que ha dejado a la comunidad en shock y en busca de respuestas.
El pasado 16 de este mes, la fiscal de Instrucción, Eugenia Pérez Moreno, dio inicio a una escalofriante investigación tras el hallazgo de restos humanos arrastrados por un perro hasta una vivienda. La primera evidencia, un brazo, dio inicio a una serie de inquietantes descubrimientos.
Una vida marcada por el sufrimiento
Ocho días después, el 24, se encontraron más partes del cuerpo de la misma víctima: Camila Merlo, una joven de 26 años. Su vida ha estado marcada por episodios de violencia y vulnerabilidad que hacen sospechar un posible femicidio.
Un testimonio de fragilidad
Camila dejó el hogar familiar a los 21 años y su madre, una mujer soltera y trabajadora, hizo innumerables esfuerzos por ayudarla a superar sus problemas de adicción. Sin embargo, a pesar de sus intervenciones, las recaídas fueron frecuentes.
La joven, que no se encontraba en situación de calle, solía alquilar habitaciones en pensiones y, aunque ejercía el trabajo sexual por decisión propia, esto acentuaba su vulnerabilidad. Su hermana ahora cuida de la hija de Camila, reflejando la dura realidad familiar.
El descampado: un punto de partida en la investigación
La abogada querellante, Daniela Morales Leanza, ha expresado su firme convencimiento de que Camila fue víctima de un femicidio. La violencia del crimen evidenciaría un profundo odio hacia el género femenino.
La investigación se centra en el lugar donde fueron hallados los restos y las últimas interacciones que tuvo con otras personas. Se están analizando cámaras de seguridad de la zona y se realizan entrevistas a amigas de Camila que compartían su estilo de vida en la calle.
La escalofriante realidad de la violencia de género
La violencia de género se intensifica, y el informe reciente de la Asociación MuMaLá revela un aumento alarmante en la crueldad de los femicidios, mostrando un preocupante patrón de desmembramientos y actos de violencia extrema.
Morales Leanza argumenta que el contexto actual, con la proliferación de violencia en redes sociales y la falta de políticas de protección, puede contribuir a la escalada de estos crímenes horrendos.
