La Presidente Cristina de Kirchner demandó «condiciones justas» para la negociación de Argentina con los fondos buitre y aseguró que el Gobierno nacional quiere «cumplir con el cien por ciento de los acreedores».
En el acto central por el Día de la Bandera en Rosario, la Presidenta anunció que dio «instrucciones» al Ministerio de Economía para que los abogados «le soliciten al juez (Thomas Griesa) que genere las condiciones para poder llegar a un acuerdo que sea beneficioso para el cien por ciento porque hay leyes que respetar».
«Que nadie se equivoque -advirtió- nosotros queremos cumplir con el 92,4 por ciento que accedió al canje y también queremos cumplir con los que no ingresaron».
La Presidenta señaló que lo que pretende el Gobierno es que se «generen condiciones de negociación justas de acuerdo a las leyes internacionales que también se firmaron».
Sostuvo que la Argentina «va a estar siempre dispuesta a dialogar» y afirmó que su gobierno es «capaz de sentarse a negociar y acordar porque durante mucho tiempo» lo «corrieron con que no cumplía nada los mismos que hoy no quieren negociar».
«Tengo la obligación de negociar -remarcó- porque soy una Presidenta responsable y además debo hacerlo en el marco de la Constitución y de las leyes».
La jefa del Estado se comprometió a impulsar una negociación «justa» para el país y aseveró que «no cuenten» con ella para «rifar la Patria» como «hicieron otros».
«Soy una presidenta responsable. Debo serlo en el marco de la Constitución Nacional y de las leyes de nuestro país. Sería muy fácil hacer lo que hicieron los que nos precedieron a Néstor y a mí, prometer la luna. No cuenten conmigo para hacer cualquier cosa. Sí para hacer lo que debo. Siempre estaré dispuesta a cumplir con mi deber, pero nunca a rifar la Patria», enfatizó.
Recordó que le quedan un año y seis meses de Gobierno, pero que aún así pondrá su esfuerzo en obtener un entendimiento beneficioso para el país.
Cristina pidió a los argentinos «mantenerse unidos para defender los intereses de país» y «no olvidar» que en la Argentina «se han descubierto importantes reservas de gas y de petróleo» y que «los que revolotean no sólo lo hacen sobre las finanzas, sino también sobre los recursos naturales».
«Nosotros no vamos a hacer lo mismo que hicieron con nosotros, que nos tiraron un país con las papas calientes y que se arreglen como puedan», enfatizó.
Insistió en que la Argentina «tiene el derecho y el deber de ser parte de una negociación justa y equitativa», siempre y cuando le «garanticen la posibilidad de hacer esa negociación».
«Si la hemos hecho con otros países, con 19 ministros de Economía negoció el ministro (Axel) Kicillof en Europa», recordó sobre las tratativas con el club de París, se preguntó por qué «no puede negociarse con un pequeño grupo si es que hay buena fe».
La mandataria declaró que «lo que sobra en nuestro país es buena fe» y remarcó que el Poder Ejecutivo «lo ha demostrado haciéndose cargo de sus deudas», como en los dos canjes de 2005 y 2010, con el Club de París y con el Ciadi.
«Argentinos -instó al público presente durante su mensaje transmitido en cadena nacional- que nadie los asuste. Sepan que esta Presidenta no tiene un compromiso con mi Gobierno. A mí me quedan sólo 1 año y 6 meses como Presidenta. Antes que mi gobierno está mi país, mi Nación y mi Patria».
Proclamó que antes que su gobierno está su país y expresó: «Mis hijos, mis nietos, sus hijos, sus nietos no dependen de mi gobierno. Dependen de que haya una patria con soberanía, con dignidad y con posibilidades de crecimiento».
Por esa razón, añadió, «pedimos la unidad nacional. Tenemos que estar unidos hoy más que nunca porque la unidad hace la fuerza. Les pido que puedan sobreponerse a las banderías políticas, ideológicas y partidarias y pensar por única vez primero en la Argentina y en sus propios hijos».
Afirmó que en materia de respeto a los derechos humanos Argentina «es un ejemplo en el mundo» y lamentó que se vea ahora a una «Europa devastada y a otros países ahogados financieramente como en la historia reciente del país».
«Tenemos que defender entre todos la unidad nacional. Es una posición que ningún argentino puede dejar de defender: los intereses nacionales que están más allá de los gobiernos de turno», definió.
Cristina recordó el 2001 cuando se le «soltó la mano» al país, cuando se «declaró el default más importante de la historia» después de «décadas de endeudamiento, de dictadura, de convertibilidad».
Rememoró que luego «vino el blindaje, el megacanje y se terminó con una deuda que implosionó la economía y las instituciones del país con cinco presidentes en una semana».
La Presidenta elogió luego al expresidente Néstor Kirchner, quien «vino a hacerse cargo de una deuda que no había generado y afirmó en todos los foros, casi como una marca indeleble, que la Argentina iba a pagar su deuda pero que la dejaran crecer porque los muertos no pagan sus deudas».
«Déjennos crecer para poder honrar nuestras deudas», pidió la Presidenta, y repasó las reestructuraciones de deuda de 2005, la cancelación de la deuda con el FMI y la segunda reestructuración de deuda que ella misma encaró en 2010.
«Desde 2005 -dijo- hemos venido pagando religiosamente sin acceso al mercado de capitales todos y cada uno de los vencimiento de esa deuda sin recurrir a la bicicleta financiera».
Recordó también la negociación por la expropiación de YPF, «una negociación dura como son todas las negociaciones» e insistió con que «es posible» en el caso de los fondos buitre llegar a un «entendimiento» que respete «las leyes internacionales».