Los economistas se refieren al término «inflación» para definir un crecimiento general y sostenido en el nivel de los precios.
El fenómeno contrario es la deflación, un movimiento decreciente en el precio medio de los bienes y servicios. En la línea divisoria está la estabilidad de precios, que constituye el escenario ideal.
La tasa de inflación mide el crecimiento del nivel general de los precios. Para observar la evolución de los precios se utilizan una serie de indicadores que establecen los institutos de estadística de cada país.
Estos índices estudian la evolución media de los precios de una lista de productos representativos de las familias de un país, lo que se conoce como «cesta de compra», y fijan su tasa de variación en términos interanuales basándose en el control mensual de los precios.
Una situación de estabilidad de precios se produce cuando, en promedio y a medio plazo, los precios ni suben ni bajan de modo significativo.
El nivel general de los precios es estable cuando un individuo puede comprar con su salario un conjunto de bienes y servicios similar de un año a otro.
La mayoría de los bancos estiman que las tasas de inflación deben mantenerse positivas, pero por debajo del 3% en el medio plazo.
Cuando los precios aumentan de manera generalizada a lo largo de un período prolongado, la economía de un país experimenta lo que se denomina un «proceso inflacionario», provocando distorsiones en su funcionamiento.
¿Cuáles son las causas de la inflación?
Causas de la inflación
La inflación ocurre cuando el poder adquisitivo de una moneda disminuye, a tal punto que la cantidad de moneda circulante se sitúa por encima de la demanda real existente.
En otras palabras, cuando la oferta del dinero crece a una tasa superior a la tasa de crecimiento de la demanda del dinero.
Las causas de la inflación suelen ser múltiples, y algunas de ellas pueden ser:
Una monetización del déficit del gobierno
Cuando un gobierno tiene déficit fiscal, suele recurrir a la financiación de su déficit mediante un endeudamiento o bien mediante la emisión de moneda.
Una política monetaria expansiva
El banco central de un país puede decidir aumentar la oferta monetaria para estimular la producción. Sin embargo, si la demanda de dinero o la producción no crecen junto con la oferta, se puede generar inflación.
Una inflación de demanda
La demanda de bienes y servicios de una economía es mayor a la oferta de los mismos.
La capacidad productiva no puede aumentar al mismo ritmo con la que crece la demanda de bienes, y se crea una presión inflacionaria.
Inflación de costes
Los precios de los productos finales aumentan por los costes incurridos en su producción, ya sean costes derivados de mano de obra, materias primas, maquinarias, servicios, etc.
Una inflación estructural
La estructura productiva de un país puede producir un aumento de los precios. Un sector determinado, por ejemplo, puede desencadenar el aumento de precios al resto de la economía.
Una inflación inercial
En este caso, los mecanismos de propagación de la inflación ya se han instalado y son la principal causa de que la inflación perdure en el tiempo.
Fuente > http://www.enqueinvertir.com