La revista especializada The Economist elabora desde hace 30 años el llamado «Índice Big Mac», un indicador de referencia global que mide el precio en dólares del sándwich emblema de la cadena de comidas rápidas McDonald’s en las principales ciudades del mundo.
A través de esta comparación de un producto idéntico y sus valores de venta al público medidos en dólares en distintos países, The Economist determina en qué punto están sobrevaloradas o depreciadas respecto del dólar las monedas locales y los precios relativos de las respectivas economías.
En 2016 se profundizó el proceso inflacionario en la Argentina. Según el índice Congreso, los precios minoristas aumentaron un 40,3% en promedio en los últimos 12 meses. Como en el mismo período el precio del dólar trepó un 20,3%, se deduce que la divisa norteamericana –y su poder de compra dentro del país- se redujo en ese lapso.
La devaluación del peso se concentró en diciembre de 2015, luego de que el Gobierno decidiera poner fin al «cepo», con la liberación de los controles de capitales. Según el índice Big Mac, la Argentina perdió casi la mitad de la competitividad cambiaria obtenida con aquella drástica medida. Hay que recordar que sólo en diciembre de 2015 el dólar subió un 37%, casi el doble que en todo el año subsiguiente.
El fiel de la balanza del índice Big Mac es el precio en su país de origen, EEUU, hoy en 5,06 dólares. Por ejemplo, en Suiza, el sándwich cuesta unos 6,5 francos suizos, equivalentes a USD 6,35, un 25,5% más que en los EEUU, por lo que se infiere que la economía suiza y su moneda están «sobrevaluadas». En ese sentido, el dólar en Suiza debería cotizar a 1,28 francos suizos, en lugar de los 1,02 actuales.
En otro extremo, en México el Big Mac vale USD 2,23 (49 pesos mexicanos). Eso quiere decir que el sándwich está muy barato, un 55,9% por debajo del valor de su par norteamericano. En sintonía, el dólar en México, hoy 21,95 pesos, debería cotizar –según este índice- 9,68 pesos mexicanos.