Los argentinos gastan de media un total de 285,79 dólares estadounidenses al mes en el supermercado. El dato loaporta la consultora internacional In-Store Media tras haber realizado una encuesta en tres países latinoamericanos: Chile, México y la propia Argentina.
Chile y Argentina mantienen un gasto muy parecido, 285 dólares en Argentina y 299 en el país vecino. En México esta cifra se reduce a casi la mitad, 149 dólares. Los conceptos más destacados en este gasto son alimentación y bebidas e higiene y belleza. En Argentina, el primero corresponde al 40% del total del gasto y el segundo al 25%. En Chile, la partida alimentación alcanza el 54% del gasto mientras que la belleza y la alimentación ocupa solo el 17%.
El gasto en supermercados es también uno de los conceptos principales en el gasto familiar, de modo que cualquier consejo para ahorrar siempre es bienvenido. Aquí os mostramos algunas claves encaminadas a alcanzar este objetivo.
Ahorrar en la compra
Una opción interesante en el supermercado es aprovechar los productos con fecha de caducidad cercana, pues muchas cadenas de distribución rebajan sus precios en una importante cuantía.
Los productos frescos cercanos a su fecha preferente de consumo se pueden congelar y consumir una vez descongelados pero manteniendo esa horquilla de tiempo que permitía su ingesta cuando se compraron.
Otra fórmula encaminada a ahorrar en la compra es prestar atención a los catálogos de ofertas. En Coto ofertas encontramos una amplia variedad de promociones y descuentos periódicos en todo tipo de productos.
Este consejo es de gran utilidad especialmente para productos que se utilizan continuamente y no son perecederos, como el champú, el detergente, el papel de aluminio, las conservas…
Estos catálogos son aún más interesantes cuando ofrecen promociones del tipo 2×1 o 3×2, si bien en estos casos hay que mantener cierta precaución porque en ocasiones pueden subir los precios originales antes de hacer el descuento o servir como gancho para que el cliente compre más productos sin que sean realmente necesarios.
Si en casa se necesita un bote de tomate y hay una oferta de 3×2, el cliente puede sentirse tentado por comprar tres botes pensando que ahorra en la compra, cuando realmente lo que está haciendo es comprar más productos de los que realmente necesita y gastando más.
Los catálogos de promociones y supermercados ofertas son muy accesibles en internet y consultándolos se puede hacer una compra inteligente beneficiándose de esos descuentos seleccionando bien el establecimiento al que dirigirse.
Mirar el frigorífico y la despensa
Otra fórmula encaminada a ahorrar en la cesta de la compra es mirar bien lo que hay en casa, tanto en la despensa y en las zonas de almacenamiento como en el frigorífico o la nevera. Posiblemente no sea la primera vez que hallemos botes caducados desde hace meses que habíamos olvidado por completo.
Si controlamos lo que hay en casa, a partir de ahí podemos diseñar bien el menú semanal y conocer qué productos hacen falta, tanto de alimentación como de higiene, de aseo, de belleza o de limpieza para la vivienda.
Ir al supermercado con la lista de la compra
La intención del consumidor es tratar de ahorrar lo máximo posible en la compra semanal, pero la del establecimiento es vender cuantos más productos mejor. Esto les lleva a diseñar una política agresiva de precios, ofertas, disposición de productos…
En los supermercados todo está diseñado para atraer el interés de los consumidores. Las ofertas 3×2 es una estrategia muy inteligente por su parte, pero también lo es colocar estantes de comida rápida junto a las cajas, chocolatinas, gominolas y las promociones especiales que lanzan cuando llega una determinada época del año.
El modo de enfrentarse a esta situación y ahorrar en el supermercado es acudir al establecimiento con una lista de la compra en la que estén anotados todos los productos necesarios. De este modo, siempre que seamos fieles a la lista, evitamos caer en la tentación de comprar productos que no deberíamos consumir.
Para esto es de gran ayuda el consejo anterior, ver cuánta comida hay en casa y cuál es aprovechable, pero también es positivo diseñar un menú semanal. Por otra parte, siempre que sea posible hay que acudir al supermercado no acompañado por niños, pues pueden tener algún capricho que no esté anotado en la lista, y tampoco caer en esa tentación como adultos.
Consumir productos de temporada
Este consejo es muy válido por dos motivos: por el ahorro económico y por el propio sabor de los productos. Los alimentos que no son de temporada vienen de lejos o su coste de producción es mayor. Este coste y el del transporte lo acaba cubriendo el cliente. Además, consumir productos de temporada implica que estos tienen un sabor más intenso. Si a esto se añade que además son de cercanía, estaremos generando menos huella de carbono.
Ahorrar en el supermercado es fácil si se sabe comprar de manera inteligente. Seguir estos consejos supone un respiro para la economía familiar y acaba resultando positivo para toda la cadena de producción y el medio ambiente.