El calor y las vacaciones pueden llevarnos a descuidar nuestro cuerpo, cuando con unas sencillas pautas se puede aprovechar esta época para lo contrario.
Con la llegada del buen tiempo y las altas temperaturas, lo que más nos apetece es disfrutar y descansar el máximo posible. Especialmente cuando estamos de vacaciones, porque después de un largo año seguro que nos lo mereceremos. Aunque en muchas ocasiones tendemos a dejar de lado algo muy importante, y es que nuestro cuerpo sigue necesitando cuidados. De hecho, el sol puede ser un aliado o un enemigo, dependiendo de si nos cuidamos adecuadamente o no.
Aprovecha para tonificarte
Aunque la mayoría dedica tiempo antes del verano para tratar de adelgazar e incluso eliminar la celulitis, esta época es perfecta para hacerlo por varios motivos. El primero es que el tiempo es más propicio para ello y los días son más largos, por lo que cuesta menos encontrar momentos para hacer ejercicio y activar el organismo.
Además, precisamente el calor puede ser un gran aliado para reducir esos kilos de sobra. Siempre que se hagan las cosas de forma adecuad, claro está. Evita exponerte al sol e hidrátate bien para que el ejercicio te ayude a tonificar el cuerpo y cuidarte. También puedes escoger deportes acuáticos, como la natación, que te ayudarán a mejorar tu estado de forma casi sin darte cuenta.
Cuidado con las infecciones
En verano suele haber un mayor índice de infecciones, algunas de ellas debido a la exposición al sol y otras por descuidar algunos hábitos de higiene. Problemas de oídos, eccemas en la piel y otros similares pueden causar graves molestias.
Relajar las pautas de higiene es muy peligroso, ya que en verano es cuando sudamos más y pueden surgir infecciones como la vaginosis bacteriana. Esta infección vaginal es muy molesta, además de que puede llevar a sufrir problemas más graves. Por lo que en caso de notar molestias, lo mejor es consultar con el médico y seguir sus indicaciones. También es importante tomar medidas cuando estamos en zonas de riesgo, como pueden ser piscinas y vestuarios públicos, donde la humedad y el calor pueden generar focos de peligro. Aunque tampoco hay que obsesionarse.
La hidratación, fundamental
Si es importante beber líquidos en cualquier época del año, en verano lo es todavía más, puesto que el cuerpo tiende a deshidratarse con más facilidad debido al calor. Además, solemos descuidarnos y no hacer caso a la sed si estamos haciendo algo que nos divierte, por lo que cuando bebemos puede que no cubramos la cantidad de agua perdida. Un peligro potencial para nuestra salud.
No importa lo que estemos haciendo. Debemos hidratarnos adecuadamente para que nuestra salud no nos pase factura, bien con agua o tomando zumos e infusiones frías, una medicina natural para los riñones que no solo mejora el estado del cuerpo por dentro, sino que también se nota en el exterior.
También la salud de los dientes
Salir a comer fuera o llegar tarde por la noche es muy habitual en verano. Y puede que en esta época del año también descuidemos el cuidado de los dientes, dejando de lado la limpieza de estos en muchas ocasiones. Es cierto que no vamos a estar todo el día con un cepillo en el bolsillo por si acaso, pero lavarnos los dientes 3 veces al día no cambia por estar de vacaciones.
Y si quieres tener una sonrisa más luminosa, esta es una buena época para hacerte un blanqueamiento dental y disfrutar de un mejor aspecto.
El verano es para disfrutar, eso está claro. Pero no significa que no puedas seguir cuidando tu cuerpo e incluso aprovecharlo para convertir el sol en tu gran aliado de salud.