Casi 32 mil personas murieron en 2018 por neumonía e influenza (virus de la gripe cuyas medidas de prevención son las mismas que para el COVID-19), según el último Informe de Estadísticas Vitales publicado por el Ministerio de Salud, donde se destaca que las personas mayores y quienes tienen enfermedades previas son las más afectadas.
«El COVID-19, conocido vulgarmente como coronavirus, causa enfermedad respiratoria, pero no es gripe. La gripe es la enfermedad causada por el virus influenza, en todas sus variantes, y se estima que tiene una tasa de mortalidad de 0,5 por ciento»
Así, de las casi 32 mil personas fallecidas por neumonía e influenza en 2018, 5.325 tenían entre 80 y 84 años; 3.891 entre 75 y 79; 2.954 entre 70 y 74, y el número sigue bajando progresivamente a medida que desciende la edad.
No obstante, de las 242 muertes de niñas y niños (de 0 a 14) que se registraron en 2018, la mayor mortalidad por neumonía e influenza corresponde a las franjas de menores de 1 año y de 1 a 4 años (190 decesos), lo que representa el 78,5 por ciento de los casos.
Según informa la Organización Mundial de la Salud la gripe se caracteriza por el inicio súbito de fiebre, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal.
La tos puede ser intensa y durar dos semanas o más, mientras que la fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, sin necesidad de atención médica.
No obstante, en personas con alto riesgo (niños de 6 meses a 5 años, mayores de 65 años, pacientes con enfermedades médicas crónicas y profesionales sanitarios) la gripe puede ser una enfermedad grave, e incluso mortal.