La delegación argentina que ya se encuentra en la Guayana Francesa para participar hoy del lanzamiento del satélite argentino ARSAT-1, que será trasmitido en vivo en una emisión especial de la Televisión Pública a partir de las 17.30, recorrió el puerto espacial de Kourou y destacó el desarrollo tecnológico del proyecto. La comitiva que arribó ayer por la tarde está encabezada por el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Comunicaciones, Norberto Brener; el presidente de Arsat, Matías Bianchi; el gobernador entrerriano, Sergio Urribarri; el gobernador formoseño, Gildo Insfrán; y los intendentes María Eugenia Martini (Bariloche), Juan Patricio Mussi (Berazategui) y Hernán Yzurieta (Punta Indio). Luego de participar en la recepción oficial por parte de las autoridades de la empresa Arianespace, lanzadora del Arsat-1, De Vido anticipó que «con la gente de Invap y de Arsat ya estamos trabajando para lanzar el Arsat-2 a mediados del año próximo, planificando el Arsat-3 y analizando las posibilidades para el Arsat-4, o sea que Argentina tiene una proyección de desarrollo importantísima». «El Arsat-1 va a cubrir todo el territorio nacional, y con el Arsat-2 vamos a llegar al todo el subcontinente sudamericano; estamos trabajando con (el secretario de Comunicaciones) Norberto Berner para reunir a todos los países latinoamericanos que cuenten con agencias espaciales en un espacio común como hacen en la Unión Europea», explicó. «Acá está el trabajo de más de tres mil técnicos y científicos argentinos que posibilitan que Argentina sea uno de los ocho países en el mundo capaces de construir un satélite de este tipo y operarlo, porque recordemos que cuando el Arsat-1 se desprenda del cohete va a pasar a ser operado desde la base terrena de Benavídez desde dónde será puesto en órbita en la órbita 71,8ª», enfatizó el ministro. «La Patagonia y la Antártida Argentina no estaban hasta ahora cubiertas por ningún servicio satelital, las más de cuatro mil escuelas que hoy están conectadas a la red van a ver reforzado ese servicio, y además, va a quedar el desarrollo de una tecnología propia, diseñada por nosotros, que no depende de importaciones y se lleva adelante en pesos y no en moneda extranjera», destacó. De Vido aclaró que «hoy la Argentina le tiene que pagar U$S 25 millones anuales a las empresas que prestan servicios satelitales, esto no sólo va a permitir ese ahorro, sino que ya fomentó más de tres mil puestos de trabajo calificados en telecomunicaciones». «Argentina casi pierde una se sus órbitas asignadas por haberla abandonado, la empresa responsable del satélite Nahuelsat se había ido y nuestro país era uno de los tres en el mundo, junto a Gabón y Burkina Faso que tenía su espacio radioeléctrico concesionado. Fue el gran trabajo de todo este grupo el que recuperó esa órbita y con un satélite de fabricación propia», concluyó. Por su parte, el secretario de Comunicaciones, Norberto Berner, apuntó que «por la extensión geográfica de nuestro país y por la desigualdad en la distribución demográfica se torna muy poco atractivo para los prestadores privados llevar servicios de telecomunicaciones a varios puntos de la Argentina». «Este satélite va a potenciar el acceso de las telecomunicaciones en las zonas remotas de nuestro país, y eso es igualdad de oportunidades, porque en las zonas densamente pobladas hay hasta 5 operadores de telecomunicaciones, pero a medida que uno se aleja van quedando menos opciones y es el estado el que garantiza igualdad de acceso», añadió. El presidente de Arsat, Matías Bianchi, dijo que «con Conae y con Arsat estamos trabajando para asegurarnos que la ‘sala limpia’ de Invap siga ocupada por muchos años, porque no podemos perder todo el aprendizaje que acumulamos en este desarrollo». «El trabajo pasa por darle continuidad a la labor de nuestros científicos y darle continuidad no sólo con satélites para dar servicio en Argentina, sino seguir trabajando también en una evolución tecnológica de la
De Vido: «Acá está el trabajo de tres mil técnicos»
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