Dejó el auto en una cochera , murió, acumuló una gran deuda y nadie se hace cargo
Un abogado recientemente fallecido dejó en 2013 un automóvil estacionado en una playa céntrica de la ciudad de Córdoba y nunca volvió a buscarlo. Y ahora el dueño de la cochera reclama que nadie quiere hacerse cargo de la deuda, que asciende a $144 mil. El playero José Ipólito, titular de la Cámara de Playas de Estacionamiento de Córdoba, señaló que el Peugeot 504 de color blanco permanece inamovible en el lugar desde agosto de 2013. Según cuenta Ipólito, el abogado, de apellido Cortez, era un cliente frecuente a quien le había solicitado en varias oportunidades que retirase el auto, pero siempre se encontraba con una misma respuesta: Por lo que te debo, es tuyo. Con lo que adeudaba de todos esos años, para el letrado era más conveniente que se quedara con el vehículo, indica el playero. Sin embargo, nunca hubo transferencia formal. Y Cortez falleció hace unos días. La deuda que continúa acumulándose día a día, hoy ronda los $144 mil, muy por encima de los $30 mil que, según calculó Ipólito, obtendría si le transfieren el auto y lo vende. Paralelamente, según los registros municipales, el coche figura a nombre de la presunta viuda con una deuda de $6.330 (con dos juicios incluidos) por el Impuesto Automotor y una mora de $2.272 (con tres juicios) por infracciones en Capital, reveló el diario La Voz. Entre las multas, figuran dos por estacionar sin abonar el parquímetro y otras dos por no tener ticket. En este contexto, Ipólito analiza por un lado intimar a la viuda con una carta documento para que retire el vehículo. Y confiesa además que está hasta dispuesto a condonar la abultada deuda a fin de que sea removido de su playa y también a perder, llegado el caso, el valor de la venta. Es que el área que ocupa el auto le impide rentabilizar el lugar, ya que al margen de no poder percibir un beneficio por el cobro con otros coches, la Municipalidad le sigue cobrando impuestos por el espacio del 504. En sus 50 años oficiando como playero, Ipólito cuenta que lidió con circunstancias de abandono en varias ocasiones. En esos casos, explicó, suele aguardar unas 48 horas antes de llamar a la Policía para que se investigue la procedencia, ya que podría tratarse de rodados con pedido de secuestro por causas judiciales. Si se confirma que no es robado, el vehículo ya pasa a ser un inconveniente para él.