En el contexto del regreso de Juan Domingo Perón en 1973, el líder justicialista se presentó como un “león herbívoro”, buscando disolver temores y establecer una paz nacional. Así, Javier Milei hace eco de esa metáfora, prometiendo en 2023 dejar de lado los insultos para enfocarse en ideas, aunque su práctica parece marcar un rumbo diferente.

Los Silencios del León

El león, símbolo de audacia y fuerza, a menudo guarda silencio mientras caza. Milei, al igual que Perón, ha optado por cambiar su estilo de comunicación. Sin embargo, surge la pregunta: ¿es esto una estrategia calculada? ¿Qué papel juegan las formas en política?

El Cuidado de las Formas Institucionales

Durante un encuentro de la Fundación Faro, el Presidente declaró: “Voy a dejar de usar insultos a ver si están en condiciones de discutir ideas”. A pesar de este compromiso, su avance en el ámbito político ha sido desafiante.

Un Nuevo Enfoque en la Comunicación

El famoso columnista Joaquín Morales Solá destaca que el término “usar” implica una elección consciente. Milei se cuestiona por qué un presidente “usaría insultos” en su gobernanza. Este uso sistematizado de la agresión verbal no es solo un problema de estilo, sino una táctica deliberada para deslegitimar a sus adversarios.

Según Murray Edelman, en su obra «The Symbolic Uses of Politics», la política frecuentemente trasciende la resolución lógica de problemas, inclinándose hacia la movilización de simbolismos. Los insultos actúan como marcadores de identidad, enfocando el debate hacia la moralidad del oponente en lugar de sus ideas.

Comparaciones con Cristina Kirchner

En comparación con Cristina Kirchner, que utilizaba una oratoria más monologada y discursiva, Milei ha adoptado un estilo más agresivo. Mientras que ambas figuras políticas comparten un enfoque de confrontación, Milei se destaca por su retórica áspera y su intención de simplificar el debate político.

Desmantelando la Legitimidad de los Oponentes

Al descalificar a otros poderes e instituciones, Milei busca consolidar su autoridad, a menudo presentándose como el único “salvador” del pueblo. Esta estrategia de polarización genera un ambiente hostil hacia cualquier crítica.

Avances y Desafíos en su Gestión

A pesar de su intención de moderar el uso de insultos, Milei enfrenta un crucial reto al lidiar con la oposición política. Sus reformas, como las laborales, podrían traducirse en cambios drásticos en el mercado formal, lo que generaría tensión en el tejido laboral del país.

En un giro de la política internacional, Argentina ha alineado más estrechamente su destino con Estados Unidos, arriesgando potencialmente sus relaciones económicas con China. Esto plantea interrogantes sobre el futuro del comercio local y su capacidad de adaptarse a estos cambios.

Un Futuro Incierto en la Comunicación Política

A medida que Milei busca avanzar en un nuevo panorama político, es clave que su promesa de dejar de lado los insultos se traduzca en un cambio real en cómo se relaciona con sus críticos. Respetar al adversario podría ser el primer paso hacia un debate más productivo en la política argentina.

Como dijo el célebre autor George Orwell, el respeto por el otro es esencial. En un contexto tan polarizado, el verdadero desafío será lograr un diálogo que trascienda las divisiones y fomente un entendimiento más profundo entre diferentes sectores de la sociedad.