Por Marcelo Bellucci www.clarin.com
En Internet ofrecen software para escuchar llamadas, leer mensajes de texto y saber en qué lugar está la víctima. Los cobran entre 300 y 600 dólares y los especialistas dicen que son fáciles de usar
Unos años atrás para vigilar a alguien había que montar una red de inteligencia.
Hoy cualquiera puede pinchar un celular y saber todo del otro, con quién habla, dónde se encuentra y qué piensa . Por la tecnología móvil, que llevan en el bolsillo casi todos, todo el día, las peores pesadillas de la sociedad de control se están convirtiendo en realidad.
La intromisión la logran mediante un software espía que puede ser controlado por cualquier persona desde su celular. Para espiar, el invasor se apropia del teléfono a intervenir y le carga un software que se baja de Internet desde el celular en cuestión. “Solo debe tomar ‘prestado’ 10 minutos el celular para instalar y configurar el programa. Una vez hecho esto el equipo será monitoreado por usted las 24 horas los 365 días del año que dure la licencia del programa, pudiéndose renovar”, publicita una de los sitios argentinos que ofrece el programa.
Estos espías digitales ya se usan en empresas que pretenden espiar al personal jerárquico. También en ambientes familiares, para saber qué están haciendo los hijos. Y no faltan los amantes celosos que quieran saber si su pareja los engaña.
El más usado es el SpyPhone, que cuesta entre 300 y 600 dólares , dependiendo del sistema operativo del teléfono que quiera chusmear el invasor. Hay más software que se encargan del tema, tal el caso del SpyBubble, Flexispy, Mobile Spy o CallTrack, pero los especialistas dicen que “son poco efectivos”.
Con el SpyPhone, “cada vez que inicia una llamada, el celular intervenido envía un SMS al teléfono del espía. Si el espía quiere escuchar la charla, debe responder el SMS al espiado (quien no se da cuenta que le llega el mensaje) y comienza a escuchar la conversación ”, explicó a Clarín Axel Lawson, de la empresa GIG SRL, que se especializa en encriptar comunicaciones. El SpyPhone también envía al rastreador el contenido de los SMS con fecha, hora y remitente . Además, a través de una página Web, permite acceder a un historial con todas las comunicaciones efectuadas.
Si la línea no está ocupada, el celular invadido funciona como micrófono y puede transmitir conversaciones del ambiente donde se encuentra.
Mediante el GPS del teléfono celular, estos agentes digitales son capaces de detectar la posición en la que se encuentra el portador y la ruta a la que se dirige. Y a los aparatos que no tienen GPS los ubica haciendo triangulaciones entre las antenas de la señal de la línea telefónica, que luego cruza con un mapa del lugar.
Para desactivar el programa intruso, el invasor no tiene más que enviar un mensaje de texto al celular de la víctima.
“El SpyPhone tiene la estructura técnica de un código malicioso. Es como un spyware (programa espía) de computadora pero para celulares. La diferencia es que lo ofrecen como un servicio. Una vez instalado empieza a recopilar información y crea una pequeña base de datos con los e-mail, SMS y listado de llamadas”, explicó a Clarín el experto en seguridad digital Pablo Ramos, de la empresa ESET.
Estos programas que espían celulares no son nuevos, pero recién ahora están comercializándose masivamente. ¿La razón? El fuerte crecimiento de los llamados smartphones o celulares inteligentes que este año se está dando en Argentina. Durante 2012 ya están logrando emparejar la venta de equipos convencionales en la Argentina. Y estos módulos de espionaje sólo son compatibles con este tipo de celulares inteligentes, tal el caso de los iPhone, BlackBerry y los de otras marcas que usan el sistema operativo Android, de Google.