El empresario expresó su preocupación sobre la agrupación K «Vatayón Militante», en la que militan dentro de la cárcel los asesinos de su hijo. La Justicia no les autorizó salir del penal. A la tarde, pedirá una audiencia con Cristina
El empresario Juan Carlos Blumberg reiteró hoy su preocupación por la actividad de la agrupación K “Vatayón Militante”, luego de que trascendiera que los condenados por el asesinato de su hijo, Axel, militaran en el grupo, por lo que se presentó ante la Justicia para saber si tuvieron salidas especiales, algo que fue negado por el juez de ejecución penal.
Blumberg contó que se enteró el viernes de que José y Carlos Díaz, dos de los condenados por el secuestro y asesinato de Axel, militaban en el grupo, y subrayó que junto a Martín “Oso” Peralta “están condenados a reclusión perpetua y no han cumplido el 50 por ciento de la pena ni mucho menos”, por lo que “no pueden legalmente salir”.
Al mismo tiempo, el empresario expresó su preocupación por la actividad de la agrupación oficialista “Vatayón Militante” y lanzó: “Esto de una agrupación que integran asesinos. Esta banda secuestraba dos personas por semana, violaron a dos mujeres que habían secuestrado. Son degenerados. ¿Entonces qué, ¿se está formando un ejército de asesinos?. Yo creo que esto es muy grave”.
En declaraciones a El Informador, por La Redonda, Blumberg, que reiteró que por la tarde perdirá una audiencia con la Presidenta, se refirió al jefe del Servicio Penitenciario, Víctor Hortel: “Cuando uno lo mira a través de los medios tocando un tambor, haciendo una murga dentro de la prisión… esto es un descalabro”, dijo.
Y sobre los proyectos de resocialización de los presos, contó: “Mi fundación trabajó mucho con especialistas en la formación de talleres para que los presos aprendan un oficio y se ganen su sustento. No haciendo murgas, tiene que haber un respeto, una autoridad”.
“MANDAN LOS PRESOS”
Blumberg se refirió además a los incidentes ocurridos hace semanas en la cárcel de Devoto, donde los internos quemaron colchones, durante un motín: “Fue porque habían instalado escaners para controlar mejor a las visitas, entonces se los robaron porque no querían el sistema. O sea, acá mandan los presos”, dijo, y se preguntó: “¿Eso es resocialización?”.
Y concluyó: “Me siento mal como padre y como ciudadano. Lo mínimo que uno que pide es que este gobierno no le permitió a mi hijo el derecho a la vida, es que ahora le respete el mandato de la Justicia”. Fuente > http://www.eldia.com.ar