El HMS Dauntless arrivó a las islas como destino final de un viaje de seis meses que ya lo llevó por el oeste de África.
Según el Ministerio de Defensa del Reino Unido, está en el Atlántico Sur para realizar “ejercicios de rutina”.
Uno de los barcos más poderosos de la flota británica, el HMS Dauntless, llegó a las islas Malvinas como tramo final de un viaje de seis meses que ya lo llevó por el oeste de África.
El destructor, con capacidad para trasladar misiles antiaéreos de alta tecnología y unos 60 efectivos militares, está en el Atlántico Sur para realizar “ejercicios de rutina”, según el Ministerio de Defensa británico.
Sin embargo, su presencia refuerza las denuncias argentinas por la militarización de la región. El HMS Dauntless se convirtió en el primer destructor tipo 45, una serie de barcos de guerra de última generación de la Royal Navy, que visita el Atlántico Sur.
Su viaje ya había despertado controversia cuando fue revelado a fines de enero, en medio del 30° aniversario de la guerra y de un aumento de las tensiones entre Buenos Aires y Londres por la soberanía de las islas.
El buque partió el 4 de abril pasado desde Portsmouth, uno de los puertos navales más importantes de Inglaterra, ubicado al sur del país.
Su misión de 6 meses lo llevó primero a países del oeste de África como Sierra Leona, Ghana, Nigeria, Senegal, Costa de Marfil y Angola.
También estuvo tres semanas en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde le realizaron tareas de mantenimiento y desde donde partió hacia Malvinas.
La semana pasada el destructor tuvo un breve paso por Tristán de Acuña, un archipiélago de dependencia británica y luego se fondeó cerca de Puerto Argentino.
Hace tres semanas el gobierno argentino renovó su reclamo contra la militarización de la zona, al condenar los ejercicios militares que el Reino Unido llevó a cabo con el lanzamiento de misiles desde las Islas Malvinas