Un equipo de científicos del University College de Londres (Reino Unido) ha creado un un espray bioeléctrico que puede formar una placa de células cardiacas en un corazón infartado.
Cuando se produce un infarto, una parte del músculo cardíaco privada de oxígeno muere, y posteriormente cicatriza. La región afectada no late y esto puede dificultar el bombeo de sangre y oxígeno desde y hacia el corazón, lo que afecta la calidad de vida de la persona que sobrevive al infarto. El nuevo dispositivo, fabricado por Suwan Jayasinghe y sus colegas, permite disparar con una potencia de 10.000 voltios un chorro de células cardiacas sobre el tejido del corazón cicatrizado. Concretamente se trata de una jeringa llena de células que, tras atravesar una aguja para formar las placas celulares, son estimuladas mediante corriente eléctrica y salen propulsadas.
«Lo que obtenemos es un chorro fino que se descompone en una multitud de partículas y estas partículas forman la placa» ha explicado Jayasinghe. A este parche se le podrían agregar otros tipos de células para crear tejidos cardiacos tridimensionales, según sugieren los investigadores.