Esto dicen los venezolanos sobre el presidente bolivariano según las consultoras encargadas de las mediciones electorales.
En la recta final de la campaña electoral, el clima político en Venezuela continúa al rojo vivo. Con un mes por delante para captar el voto de los indecisos y salir triunfante hacia el Palacio de Miraflores, el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el opositor, Henrique Capriles, continúan midiéndose en arduas campañas.
Las últimas mediciones realizadas muestran tendencias muy disparen que van desde la arrolladora victoria chavista a una casi equitativa repartición del electorado. Siempre favoreciendo el triunfo de actual presidente.
Para saber como cómo se desarrollan las tendencias en el país bolivariano, INFOnews habló con Oscar Schemel y Carmen Fernández, directivos de las consultoras Hinterlaces y Data Strategia respectivamente. Ambos fueron los responsables de realizar las mediciones de intención de votos en todo el territorio nacional.
Según el director de Hinterlaces, Oscar Schemel, “Chávez aventaja a Capriles con el 50 por ciento contra el 32 por ciento. Hay que tener en cuenta que estas no son elecciones normales porque Chávez no es un presidente común. Es un líder religioso. Es para Venezuela lo que Perón fue para la Argentina”, sostiene.
En cambio, Carmen Fernández, afirma que “el inicio de campaña arranca con una situación donde Chávez tiene una clara ventaja pero, fue mermando en un ritmo constante en los últimos tres meses. En las últimas encuestas podemos ver un gran acercamiento de parte de Henrique Capriles”.
Además, la directora de Data Strategia hizo referencia a que el electorado venezolano fue cambiando desde 2006. “Desde hace seis años, el chavismo fue mermando su cantidad de votos y la oposición si bien fue creciendo no lo hizo al ritmo de poder superar al oficialismo”.
En cuanto a la debilidad del candidato opositor, Schemel remarcó: “Hay una incomprensión sobre los cambios culturales. Eso tiene que ver con la desestimación del liderazgo del presidente Chávez. El aparato comunicaciónal del oficialismo logró cambiar la identidad política de las personas. Antes, el venezolano era más apático con la política, hoy tenemos una sociedad altamente politizada que se siente involucrada en el debate político”.
En éste sentido Fernández asegura que Capriles aprovecha el desgastamiento de Chávez después de tantos años de gobierno y por otro lado tiene un mensaje que tiene que ver con la insatisfacción con algunos aspectos del gobierno actual. El gran defecto del chavismo es exigir lealtades absolutas”.
Schemel hace hincapié en la forma de hacer campaña del presidente Chávez e indica que su fortaleza es “la relación afectiva y casi religiosa entre Chávez y los sectores populares”. Y agrega: “Cuando uno le pregunta a los venezolanos sobre los problemas, ellos responden racionalmente, pero cuando le preguntan sobre el presidente, ellos responden emocionalmente. Además, los venezolanos de los sectores populares consideran que el presidente Chávez es humanitario, que tiene buenas intenciones, que quiere a los pobres y a Venezuela”.
Según la directora de Data Strategia la enfermedad de Chavez no habría tenido ningún impacto sobre la sociedad. “Ocurrió algo muy curioso porque, una mitad de la población del país, devotos al presidente, no creía que tuviera una enfermedad grave. Sin embargo, la otra mitad no lo creía porque pensaba que era un truco para manejar emocionalmente al electorado. Por eso creo que la enfermedad no tuvo el impacto que podría haber tenido en otra circunstancia”, sentenció Fernández.
Sin embargo, Schemel tiene otra visión de la situación. “La enfermedad de Chávez influyó enormemente en el electorado, acentúo los lazos afectivos con los sectores populares y anuló la posibilidad de que surgiera otra alternativa. Mientras, la oposición fue incapaz de colocar una idea nueva y apostó a que Chávez no estuviera participando de la elección. Hay un chiste en Vezuela que dice: “Cuando el presidente está en Venezuela, los opositores dicen vete ya! Y cuando está en Cuba dicen vente ya!”, remató.
A treinta días de los comicios, frente a un difícil escenario político que tiene como protagonistas a dos candidatos antagónicos, tenemos un Chávez que asegura su victoria y un Capriles que, pese a todo no renuncia al primer puesto.
En rigor, Fernández lanzó: “Si Chavez perdiera las elecciones no pasaría nada, solo sería una transición de gobierno.
En contra partida con el optimismo de Fernández, Schemel resaltó: “Si Chávez perdiera las elecciones entraríamos en una etapa de inestabilidad política y social peligrosa. Porque la oposición llegaría a Miraflores por el descontento y no porque sea una alternativa. Pero me animo a sostener que el escenario más probable es con un triunfo del presidente Chávez”, concluyó.