A lo largo de los últimos años, diversos estudios mostraron que entre el 2 y el 13 por ciento de las personas que concurren a un servicio de emergencias son enviados inapropiadamente a su domicilio, luego de ser revisados, mientras se encuentran cursando un Síndrome Coronario Agudo (infarto de miocardio). Esta falta de diagnóstico se debe, principalmente, a la falta de detección y abordaje del principal síntoma de estos cuadros: el dolor de pecho.
Este signo se presenta cuando las arterias se obstruyen y por ende impiden la irrigación del músculo cardíaco. «El principal problema de no abordarlo a tiempo tiene que ver no sólo con la utilización de recursos, sino fundamentalmente con el hecho de perder tiempo cuando se piensa en el principal objetivo que es desobstruir las arterias para que no queden secuelas», expuso el doctor Diego Conde, médico cardiólogo, integrante del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
«Fue justamente por la necesidad de optimizar el abordaje del dolor de pecho, que hace algunos años en Estados Unidos surgieron las Unidades de Dolor Precordial, que a poco fueron expandiéndose a otros países del mundo. En el ICBA contamos con una estructura edilicia y un protocolo de diagnostico dedicado a los pacientes con dolor precordial dudoso o atípico, que no presentan cambios electrocardiográficos sugestivos por falta de irrigación en el músculo cardiaco. Esto es muy importante porque se trata de pacientes que podrían estar presentando un infarto, aún cuando el dolor precordial y el electrocardiograma fueran aparentemente normales», agregó el especialista, a modo de ejemplo.
La efectividad de este tipo de protocolos pasa por la decisión de mantener en observación durante 8 horas a todos aquellos pacientes susceptibles de presentar un síndrome coronario agudo, los cuales son sometidos a electrocardiogramas de control y enzimas cardiacas.
«La experiencia muestra que cuando se realiza una consulta por dolor precordial, el 12 por ciento de los pacientes que inicialmente muestran síntomas ‘dudosos’, durante la observación efectivamente reúne criterios de internación; mientras que el 88 por ciento restante puede ser enviado nuevamente a su domicilio», refirió el doctor Conde.
«El principal objetivo de optimizar el abordaje de este cuadro tiene que ver con la posibilidad de atender adecuadamente a aquellos que lo necesitan, pero además de no malgastar recursos y cuidados en los pacientes que pueden ser enviados a casa. Esto reduce los costos y los días de internación», concluyó el cardiólogo del ICBA.
Consejos ante la aparición del dolor de pecho:
– Llame al servicio de emergencias
– Mientras los especialistas llegan, procure conservar la calma y tratar de establecer el punto exacto donde nace y se desarrolla el dolor, así como también su intensidad. Para eso es conveniente pensar en términos de lo que el dolor genera. ¿Se trata de una molestia, una puntada, un dolor punzante e intenso?, ¿se siente como si lo quemaran?
– Trate de evaluar si ante determinado movimiento el dolor merma
– Intente determinar si el dolor es permanente o si presenta algún tipo de intervalo
– Para establecer la intensidad suele ser útil (sobre todo para poder decírselo rápidamente al médico cuando llegue) pensar en términos de escala. Es decir, del uno al 10, ¿en que estadío se ubicaría el dolor?
– Finalmente, trate de acordarse qué estaba haciendo cuando el dolor empezó. ¿Estaba trabajando?, ¿se encontraba haciendo reposo?, ¿pasó por alguna situación de excitación o nervios?
fuente; prosalud news