El Banco Central Europeo anunció que comprará deuda soberana en el mercado secundario y que mantendrá estables las tasas de interés en su mínimo histórico del 0,75%, anunció su titular, Mario Draghi.
«Hay muchas diferencias con los programas precedentes que nos hacen pensar que esta vez funcionará», dijo Draghi, en relación al tercer intento del organismo de detener la crisis financiera por esta vía.
Las compras de bonos de deuda soberana serán ilimitadas y con vencimientos de entre uno y tres años de países de la Eurozona que lo soliciten, bajo estrictas condiciones, para enfrentar una crisis que paraliza a la región y preocupa a todo el mundo.
La medida, anunciada por Draghi, el presidente de la institución, fue recibida con fuertes alzas en las bolsas y con una reducción de las tasas a las que se negocian las deudas de los países más golpeados por la crisis, como España e Italia.
La iniciativa apunta precisamente a contrarrestar el fuerte diferencial entre las tasas exigidas por los mercados a esos países y las que pagan aquellos que ostentan economías más sólidas, como Alemania.
Pero Draghi dijo que la adquisición de bonos se realizará bajo una estricta condicionalidad y dijo que el Fondo Monetario Internacional podrá participar en el programa.
El encargado del ente monetario central, en rueda de prensa, explicó que el Consejo de Gobierno del organismo monetario europeo acordó «las modalidades de las transacciones monetarias directas (OMT)», tal como se llamarán este tipo de intervenciones.
«Tendremos un mecanismo para evitar escenarios destructivos», afirmó Draghi y señaló que el nuevo plan de compra de bonos «salvaguardará la transmisión de la política monetaria en todos los países de la zona euro».
El programa de compra de deuda, bautizado «Outright monetary transactions» (OMT, transacciones monetarias directas), se lanzó debido a las «perturbaciones graves observadas en el mercado de la deuda pública que provienen de temores infundados de parte de los inversores sobre la reversibilidad del euro», dijo Draghi.
Las condiciones evocadas para activar esas intervenciones suponen que haya un pedido formal por parte de los interesados.
Al recibir hoy en Madrid a la canciller alemana Angela Merkel, el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró sin embargo que no había solicitado ningún tipo de rescate y se negó a comentar las iniciativas del BCE.
El BCE decidió además flexibilizar los criterios de las garantías que exige a los bancos de la zona euro cuando otorga préstamos a través de operaciones de refinanciación.
Según Merkel, el BCE tomó sus decisiones «en el marco de su independencia y su mandato». El presidente del Banco Central alemán, Jens Weidmann, se había opuesto a ese tipo de medidas.
Draghi reveló que un miembro del consejo de gobernadores del BCE había votado contra las medidas. El BCE mantuvo, por otro lado, sin cambios su tasa básica de interés en 0,75%. Ese nivel, vigente desde julio, es su mínimo histórico, y los analistas estiman que podría reducirse aún más este año, dada la necesidad de incentivar la economía de la Eurozona, que se hunde en la recesión.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó por la mañana que la situación de la Eurozona constituye el «principal riesgo para la economía» mundial, con riesgo de «contagio» a otras áreas.
De hecho, el BCE redujo sus previsiones de crecimiento en la Eurozona en 2012 y 2013. El PIB de la zona euro se contraerá un 0,4% en 2012 y crecerá un 0,5% en 2013. Las previsiones anteriores, de junio pasado, proyectaban una contracción de 0,1% este año y un crecimiento de un 1% el año próximo. Alemania (+0,3%), Holanda (+0,2%), Austria (+0,2%) y en menor medida Francia (0%) resistieron, mientras España (-0,4%), Bélgica (-0,6%) e Italia (0,7%) se hunden en la recesión, Fuente > http://www.ambito.com