Si bien la Plaza de Mayo es el centro del poder de la Ciudad y donde se concentran los edificios públicos más importantes del país, el Obelisco es, sin dudas, el ícono de la capital de la Argentina. Construido en 1936 en el cruce entre las avenidas 9 de Julio y Corrientes en una zona que siempre se asocia con la noche y el entretenimiento, desde el gobierno porteño buscan que se parezca a la famosa Times Square de Nueva York con sus grandes carteles luminosos. Pero ahora también intentarán modificar el escenario subterráneo de esa zona porteña que aglutina, convoca publicidades, casas de comida rápida, turistas, transeúntes y hasta manifestantes. Se hará mediante un proceso de transformación que busca construir un nuevo pasaje peatonal por debajo de la calle Carlos Pellegrini, en dirección sur, y por debajo de la avenida Sarmiento.
El objetivo es que se inviertan cerca de u$s 40 millones para mejorar las condiciones de accesibilidad, seguridad y congestión que se observan hoy en este nodo de estaciones, incorporando nuevos accesos, vestíbulos y pasajes de combinación entre líneas.
El proyecto será licitado por Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), organismo que conduce Juan Pablo Piccardo. Se construirán pasajes peatonales por debajo de la calle Carlos Pellegrini, en dirección al sur y por debajo de la avenida Sarmiento. La intención es mejorar el denominado Nodo Obelisco, en el cual confluyen las tres líneas de subtes B, C y D y por donde diariamente pasan 300.000 personas.
Actualmente dos pasajes subterráneos cruzan la Avenida 9 de Julio a la altura del Obelisco, ambos conocidos como Pasaje Obelisco Norte y Sur. El Norte se inauguró como galería comercial el 12 de octubre de 1960, pero ya existía como pasaje desde 1949, como el Sur, que no pudo ser habilitado hasta 1964. Ahora, el proyecto del PRO también contempla la instalación de una especie de centro comercial con locales que podrán ser vistos desde la superficie ya que los pasajes subterráneos tendrán un diseño que los integrará con el sistema urbano. Por eso el plan buscará que, en este nuevo entramado de pasajes entre las líneas, haya luz natural y, como sucede en algunas de las ciudades más avanzadas del mundo, se incorpore cintas mecánicas o caminos rodantes.
La empresa ganadora de la licitación comenzará a trabajar en 2013 y la obra tendrá un tiempo de tres años. Según el pliego, la primera etapa obligará a cortar uno de los carriles de Carlos Pellegrini durante tres meses para colocar la losa que permite trabajar bajo tierra sin peligro de derrumbe.
Además, se proyecta conectar el pasaje peatonal con el estacionamiento que está debajo del Obelisco, principalmente para que las combis que todos los días conectan a la Ciudad con la provincia de Buenos Aires esperen a sus clientes en esa zona. Así, los pasajeros podrán bajarse del subte y acceder a las combis. Al respecto, Guillermo Dietrich, ministro de Transporte porteño, anticipó que se creará un espacio especial exclusivo para las 2.500 combis que todos los días ingresan y estacionan en las inmediaciones del Obelisco.
No es la primera vez que se intenta llevar adelante una obra en el centro neurálgico de la Ciudad. La particularidad de este proyecto es que llega en momentos en los cuales la relación entre el gobierno porteño y la Nación no es de las mejores y uno de los problemas de mayor enfrentamiento es la tenencia y administración de la red de subterráneos de la Ciudad.
FUENTE: cronista.com