Por Nicolás Poggi, corresponsal de NOVA en Casa Rosada.
La Presidenta volvió a sus discursos “totales”. La entrega de préstamos a empresas y la asunción formal de Martín Sabbatella al frente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) fueron las plataformas desde las que Cristina Kirchner abordó diversos temas en discusión, desde sus objeciones a la utilización del término “cepo cambiario” a la defensa de la Universidad de La Matanza. También le propuso a los caceroleros que “busquen algún dirigente que se ponga al frente de sus reclamos” porque, en su caso, no puede “representar” consignas en las que «nunca creyó».
Desde temprano la Casa Rosada se fue llenando de militantes de La Cámpora que llegaron para apoyar a Sabbatella. La cantidad de invitados fue mayor a la habitual, y de a poco se fueron acomodando en las salas contiguas, desde donde pudieron seguir el acto a través de las pantallas. Tuvieron su recompensa, porque al final la Presidenta se acercó a saludar desde una de los balcones internos.
Sin embargo, Cristina Kirchner dedicó gran parte de su extenso discurso a otras cuestiones. En primer lugar, volvió sobre la definición del “cepo” en materia cambiaria, término que atribuyó a un instrumento de tortura del siglo XIX. En esa línea, repitió lo que había dicho en Harvard: el Gobierno necesita los dólares para hacer frente a numerosas deudas que no contrajo, como el Boden 2012, que es la más “famosa”.
La primera mandataria destacó que en el Banco Central “hay más” de 300 conceptos para adquirir dólares, al tiempo que remarcó que el Estado hizo frente al pago de deudas por u$s 11024 millones, “producto de años de convertibilidad” y de una “fiesta” que “estamos pagando”. Por eso sostuvo que “el título de ‘cepo’ no se corresponde con la realidad”.
Sobre ese punto, recordó que luego de las elecciones primarias del año pasado, y producto de “rumores” de una “gran devaluación”, se retiraron entre agosto y septiembre 4700 millones de dólares, y destacó que, de enero a este mes, salieron del país u$s 79.088 millones, “casi 80 mil millones de dólares”.
En concepto de turismo, detalló, se pagaron u$s 5.457 millones, lo que pudo apreciarse por la “cantidad de argentinos” que CFK vio en su reciente visita a Nueva York.
Cacerolas, Sabbatella y la defensa de Moreno
Ya más suelta, Cristina Kirchner le propuso a los caceroleros de las últimas semanas, que ya preparan una nueva protesta para el 8 de noviembre, que “busquen a algún dirigente que se ponga al frente” de sus reclamos porque, estimó, “no nos pueden pedir que expresemos ideas que no tenemos”. “A la agresión vamos a responder con gestión”, completó, y tradujo esa intención en un nuevo llamado a la «unidad nacional».
En ese sentido, cuestionó la imagen mortuoria de Guillermo Moreno que durante la semana pasada difundieron algunos blogueros para convocar a un cacerolazo en su domicilio. “Fue terrible -razonó-. Yo también tuve 20 años y recuerdo un país horrible, donde había violencia. Me pareció espantoso”.
Por eso la Presidenta pidió “no convocar” a ninguna contramarcha, y aclaró que, ante alguna proclama que roce la ilegalidad, “hay que tomar un abogado e ir al primer juzgado”. “Se puede hacer cualquier cosa con los caníbales, menos comerlos”, ironizó.
Respecto de la polémica por la Universidad de La Matanza, CFK le agradeció el respaldo al intendente Fernando Espinoza luego de sus dichos en Harvard y dijo “haber escuchado hablar a cada uno que no conoce” ese distrito “ni en fotos”.
La jefa de Estado hizo referencia a un discurso suyo del año 2008 en esa casa de estudios, cuyo olvido le reprochó a sus funcionarios y al rector, Daniel Martínez. Lo rememoró, vía Twitter, una alumna, y la primera mandataria aprovechó para destacar que, en su gestión, los recursos de la institución aumentaron un “820 por ciento”.
En cuanto al Afsca, destacó que la designación de Martín Sabbatella, que en las elecciones legislativas de 2009 enfrentó a Néstor Kirchner, determina la “pluralidad y diversidad en serio” del Gobierno, y le advirtió al nuevo titular que se “prepare” porque “te van a descontextualizar todo”. Por último, la Presidenta desestimó los pedidos de impugnación del legislador, que a su vez declaró que se tomará licencia de su banca de diputado.
Tras el acto, el flamante titular del organismo que reemplazó al Comfer señaló que “vamos a trabajar para que todos estén dentro de la ley, y el 7 de diciembre se haya iniciado el proceso de adecuación para todo el mundo”.
“El principal esfuerzo va a estar en generar todas las condiciones; si alguno queda afuera y no reconoce al Afsca, la autoridad trabajará para tomar las medidas que correspondan. Pero esperamos que todo el mundo esté dentro”, subrayó, y celebró que la Ley de Medios “viene a ayudar a que haya más democracia, más libertad, más pluralidad de voces y más diversidad”.
Por su parte, el diputado nacional de Nuevo Encuentro Gastón Harispe se mostró expectante “porque ahora hay un desafío grande, que es llevar adelante la propuesta de Cristina”. En declaraciones a NOVA, dijo que el 7 de diciembre es un “momento especial” porque “lo que se discute es la conciencia de los argentinos de que necesitamos un nuevo sistema de medios, y la aplicación plena de la ley”.
Harispe se refirió a la fecha estipulada por la Corte Suprema para que venza el plazo de la medida cautelar que el Grupo Clarín presentó contra el articulo 161, que dispone la desinversión de las licencias que no se adecúen a la nueva norma.
“Esa no es una discusión sólo entre poderes, sino que implica mucha conciencia y organización de la sociedad”, analizó, y aseguró que “todos van a estar en el marco de la ley salvo el Grupo Clarín, que viene mostrando falta de voluntad para hacerlo”.
En esa línea, Harispe consideró que “hay muchos intereses en juego, y el grupo viene motorizando las acciones más altas de resistencia a la ley, que se nota en sus portadas y notas. Está bajando fuerte la política de desestabilización y movilización contra el Gobierno”.
Fuente > http://www.novanacional.com