Un río amarillo ha cubierto Caracas. Más de un millón de seguidores, según los convocantes, han abarrotado este domingo las calles de la capital venezolana a una semana de los comicios. La «avalancha de la esperanza» no defraudó y durante muchas horas la ciudad se colapsó cuando las ocho columnas de seguidores de Henrique Capriles convergieron en la Avenida Bolivar. La céntrica avenida, otrora símbolo de los grandes mítines del comandante rojo, capaz de desbordarla en cualquier convocatoria, cambió de mano esta jornada.
No podía ser de otra forma. Capriles comenzó recordando a los tres miembros de su partido asesinados el día anterior en Barinas, tierra natal de Chávez, por un trabajador del Ministerio Ambiental, que ya ha sido detenido. «Lamento lo sucedido y exijo que se aclaren estas muertes», dijo. «El 7 de octubre la oposición derrotará a los violentos», insistió.
«Era imposible que este país no reaccionara», clamó el joven candidato ante la multitud para describir la situación actual. «Hace 13 años había un modelo fracasado del que surgió un liderazgo (el de Chávez). Y yo estuve por el cambio y el nuevo rumbo para el país. Algunos me acusaron de ser del gobierno. Había mucha esperanza y a cualquier sitio que uno iba la gente miraba con ilusión. Pero hoy estamos aquí, 13 años después y uno está todavía ahí en Miraflores (Palacio de gobierno); y este flaco al que votaron como alcalde y como gobernador no defraudó. Así que ustedes juzguen quien está en el proceso de cambio y quien se enfermó de poder», ha señalado en medio del éxtasis colectivo.
Ataviados con camisetas de «yo si soy majunche» (insulto con el que Chávez se refirió a Capriles), gorras con la bandera de Venezuela (prohibidas por el Consejo Electoral), pancartas, pitos y la habitual algarabía, desde primera hora la multitud empezó a concentrarse en ocho puntos de la ciudad para dirigirse a la Avenida Bolívar.
Ismael Garcia, candidato a la alcaldía de Caracas miraba asombrado a la multitud. «Esta película la estoy viendo repetida. Yo la viví con Chávez en el 98. Ahora el pueblo está diciendo que se le acabaron las oportunidades» señaló a ELMUNDO.es desde la céntrica calle.
Desde lo más alto, Capriles apelaba a los desencantados con el socialismo del Siglo XXI. «Les digo a los que creen que hagan su balance, que cada uno saque su cuenta. He recorrido más de 300 pueblos, y yo les digo a los venezolanos que después del 7 de octubre nosotros vamos a estar mejor». ¿»Cómo podemos hablar de independencia a un país que se le va la luz; un país que se expropia? La verdadera independencia es un país con seguridad, con luz. «Un país no se construye con groserías, con insultos, con amenazas al otro» insistió.
«He demostrado que estoy buscando la confianza de los venezolanos para construir un país para todos, no para un partido político», dijo Capriles.
Su intervención en Caracas fue el acto central y ’la madre de todas las marchas’ después de tres meses de campaña electoral, casa por casa y pueblo por pueblo, y en la que ni las encuestas más hostiles pueden ocultar que viene de atrás como un misil y que ha subido hasta poner nervioso a Hugo Chávez, que busca una victoria en las urnas que le permita completar 20 años en el poder.
Recuerdo a los asesinados
La marcha de este domingo ha incluido palabras de recuerdo para los tres dirigentes políticos de la oposición asesinados el pasado sábado en Barinas. A los nombres de Antonio Gersón Valero, de 22 años de edad, y Omar Fernández se suma un tercer dirigente que estaba hospitalizado y que falleció poco después.
«Ayer en la noche murió una tercera persona. Nosotros lo que queremos es que haya justicia. Lo que pedimos es que no haya impunidad, lo que queremos, por favor, es que haya justicia», confirmó el diputado del partido Primero Justicia, Julio Borges, cuando Capriles aún seguía hablando.
El ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, había informado a través de su cuenta en Twitter de la detención de los culpables. Nosotros lo que queremos es que haya justicia. Lo que pedimos es que no haya impunidad, lo que queremos, por favor, es que haya justicia», dijo el diputado opositor. Borges aseguró que las personas detenidas son funcionarios del Ministerio del Ambiente y de la Policía Regional de Barinas.
Son las primeras muertes violentas registradas en la campaña presidencial venezolana. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que se encontraba en la población de Guarenas, a unos 40 kilómetros de Caracas, no hizo referencia a los asesinatos durante el vibrante discurso que dio ayer ante miles de sus seguidores.