La Asamblea General de la ONU realizará mañana en Nueva York la votación para renovar cincos asientos no permanentes del Consejo de Seguridad, y se espera que la Argentina obtenga uno, al contar con el respaldo unánime de los países de América Latina y el Caribe para ese lugar.
En mayo pasado, al confirmarse que la Argentina había recibido su candidatura para el período 2013-2014, el canciller Héctor Timerman destacó que el país se comprometería a llevar a ese foro «todos los temas relevantes» para la región y que «su voz será la voz de los pueblos hermanos».
«Todos los miembros de las Naciones Unidas pueden confiar en que la defensa de la paz, la seguridad, la soberanía y el fin del colonialismo contarán con un país, Argentina, que será un defensor incansable de los valores fundantes de la organización multilateral», señaló la Cancillería en mayo pasado al oficializarse su candidatura.
El Consejo, que tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales, se compone de 15 miembros, cinco de ellos permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) y 10 no permanentes (actualmente: Azerbaiyán, Alemania, Colombia, Guatemala, India, Marruecos, Pakistán, Portugal, Sudáfrica y Togo).
En diciembre de este año concluyen su mandato Alemania, India, Portugal, Sudáfrica y Colombia, país por el que ingresaría la Argentina, que es uno de los miembros originales de las Naciones Unidas que firmaron el Acta de San Francisco el 24 de octubre de 1945 y que integró el Consejo ocho veces, la última entre 2005 y 2006.
Para ser elegida, la Argentina deberá obtener 129 votos, o las dos terceras partes de los 193 estados de la Asamblea General de la ONU.
En el caso de concretarse, la Casa Rosada convivirá en el Consejo hasta el fin de 2014 con el Reino Unido, frente a quien mantiene el permanente reclamo de diálogo para negociar la soberanía de las Islas Malvinas.
Sin embargo, fuentes diplomáticas descartaron que se concreten avances en esta materia, sobre todo por el derecho a veto que posee Gran Bretaña, por su condición de miembro permanente.
A nivel general, la representación argentina ante la ONU, al mando de la embajadora María Cristina Perceval, podrá hacer oír su voz, entre otros temas sobre el conflicto palestino-israelí, estancado en lo diplomático.
Este último se vincula con la decisión de la presidenta Cristina Fernández de negociar con Irán por el atentado de 1994 contra la AMIA, la intervención militar internacional para ayudar al ejército de Mali a recuperar regiones ocupadas en el norte, y la misión de estabilización en Haití, donde la Argentina tiene apostado un contingente de cascos azules