Tal como ya había ocurrido en el Senado, diputados de todas las bancadas de la oposición suscribieron a un manifiesto en el que se comprometieron a no convalidar durante sus mandatos un eventual proyecto para reformar la Constitución nacional y habilitar una segunda reelección consecutiva.
«Suscribimos el presente instrumento comprometiéndonos a votar en contra de cualquier proyecto legislativo que intente declarar la necesidad de la reforma constitucional y en contra de cualquier intento de re-reelección presidencial ajeno al texto vigente», afirmaron los legisladores.
Firmaron en total 107 diputados de la UCR, el PRO, el Partido Socialista, Proyecto Sur, Coalición Cívica, Frente Peronista, Libres del Sur, el GEN y demás monobloques opositores.
De la conferencia de prensa en el segundo piso del edificio del anexo de la Cámara baja participaron Ricardo Gil Lavedra, Ricardo Alfonsín (UCR), Federico Pinedo, Paula Bertol (PRO), Fernando «Pino» Solanas (Proyecto Sur), Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica), Victoria Donda (Libres del Sur), Margarita Stolbizer (GEN), Enrique Thomas y Gustavo Ferrari (Frente Peronista), entre otros.
Una de las grandes ausencias fue la de Elisa Carrió, quien junto a Alicia Terada decidieron no participar de la firma del compromiso. Ambas justificaron su actitud en que su postura contraria a la re-reelección es pública.
«No es necesario aclarar que el contenido de esta iniciativa que están tomando diferentes diputados nacionales nos parece correcto, pero creemos que ya es conocida nuestra posición contra cualquier intento de reforma constitucional», destacaron las diputadas chaqueñas.
Cristina de Kirchner ya desechó en público cualquier intento de reelección a través de una reforma constitucional. Pero los bloques opositores insistieron en reunir en una foto la prueba tangible de que, al menos por ahora, no podrá hacerlo aunque quisiese.
Es que para habilitar una reforma de la Constitución se necesitan dos tercios de cada Cámara en el Congreso, número que el kirchnerisno no alcanza ni sumando a sus aliados. Pese a la mayoría que ostenta en Diputados y el Senado, el oficialismo está aún lejos y ni siquiera un gran resultado en las elecciones del año que viene le bastaría para lograrlo.
Los senadores nacionales anti-K ya juntaron 28 firmas, para bloquear los dos tercios de un total de 72 bancas necesarias para declarar la necesidad de reforma. De ellos siete renovarán su mandato en 2013, pero a la oposición le alcanzaría con retener al menos cuatro para abortar una eventual reforma.
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