Jerome Kerviel fue operador bursátil del banco Societe Generale (SG) durante ocho años. Este sujeto, que ganaba alrededor de 50 mil euros anuales, fue acusado de aumentar significativamente sus ganancias mediante el desarrollo de transacciones fraudulentas con dinero de la entidad.
“Pasaba órdenes de compra sobre los mercados europeos, preferentemente Francfort y Londres, pero no las cubría con órdenes de venta para equilibrar la operación, sino que realizaba transacciones ficticias utilizando falsos correos electrónicos y claves y trucos que había aprendido. Al final de cada jornada, el balance de sus operaciones se diluía con el de los demás operadores, así que el banco no se daba cuenta de los grandes riesgos que había corrido; al banco sólo le interesaba el saldo final de las transacciones”, explica el diario español El País.