La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo consideró “peligrosamente antidemocrático” que se puedan exhibir signos nazis como en el cacerolazo anterior. “Que hagan propuestas sobre lo que piden”, les pidió.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, les pidió a las personas que asistirán al cacerolazo opositor el próximo jueves que expliquen “qué piden y qué proponen”, y consideró peligroso que se puedan llegar a repetir los insultos a la Presidenta y la exhibición de signos nazis que tuvieron lugar en la manifestación del 13 de septiembre.
“Lo que más nos preocupa son algunos signos nazis que aparecen en las manifestaciones o la reivindicación de que deberían volver los militares”, remarcó la dirigente de derechos humanos.
“En un país democrático, la Constitución marca claramente el derecho a peticionar. Las movilizaciones existieron siempre, en ese sentido nosotras somos pioneras de haber hecho y seguir haciendo permanentemente una breve manifestación en la Plaza de Mayo pero sin perturbar el trabajo de los demás ni cortando calles ni rompiendo cosas; simplemente pidiendo lo que consideramos justo, que es saber dónde están nuestros hijos y nuestros nietos. Ahora, en un país donde la democracia más larga está rindiendo sus frutos para un país más digno, se puede hacer pero respetando los códigos de convivencia”, agregó.
Consultada sobre las consignas que los opositores enarbolarán el 8N, Carlotto sostuvo: “Primero se debería aclarar, con qué objetivos se concurre a la movilización, porque yo no sé qué piden, qué proponen. Cuando uno pide algo debe haber una propuesta, y esa propuesta no la conozco. Segundo, la agresividad y la ofensa a la persona de la Presidenta es un acto totalmente antidemocrático porque creo que debe ser respetada la jerarquía de una Presidenta elegida por el pueblo. Si bien están en contra de su Gobierno, no por eso tienen que ofenderla e insultarla. Y lo que más nos preocupa son algunos signos nazis que aparecen en las manifestaciones o la reivindicación de que deberían volver los militares. Yo creo que es peligrosamente antidemocrático ya que los argentinos que conocemos la historia y la hemos sufrido sabemos todo el bien que hace la democracia”.
“Lo que conviene siempre es el diálogo y que hagan propuestas sobre lo que piden. Qué piden, qué necesitan, en qué difieren. Que presenten una propuesta porque a lo mejor es aceptable o se puede dialogar. Estamos con necesidad de diálogo, no de actos que no aportan sino simplemente dividen”, concluyó.