“Todos trabajamos por la igualdad, hacemos lo mismo y el sueldo que poseemos es igual”, dice Yubraska Pérez, costurera en una fábrica socialista recién creada cerca de Caracas por un consejo comunal con el apoyo de Hugo Chávez, decidido más que nunca a transferir el “poder al pueblo”.
Propugnado a diario por el presidente y sus ministros, el Estado comunal y socialista es el rumbo “irreversible” tomado desde el triunfo de Chávez en las presidenciales del 7 de octubre.
La meta es que toda la población esté vinculada en 2019, al término del tercer mandato del presidente, a un consejo comunal y dos tercios de los ciudadanos viva para entonces en “subsistemas de comunas socialistas”.
Desde tapar huecos en las calles hasta crear empresas socialistas o tener voz y voto en las escuelas, los consejos van ganando peso en Venezuela, gracias a las potestades y los crecientes recursos concedidos por Chávez, que va fortaleciendo así su vínculo directo con los ciudadanos.
Sus críticos denuncian una forma de asegurar a base de la renta petrolera la “lealtad política” de estos consejos, que en épocas electorales se movilizan por el voto y en muchos casos reciben cursos sobre la “revolución”.
En el galpón donde trabaja Pérez, cuatro consejos comunales inauguraron el mes pasado por televisión sus respectivas empresas de madera, textil, vidrio y aluminio y plástico.
“Aquí somos dueños de nuestras empresas. No somos dirigidos”, afirma Irde Hereida, responsable de la carpintería que fabricará muebles para el programa gubernamental de vivienda.
Chávez “nos lo ha dado todo”
El conglomerado recibió una inyección de 720.000 dólares del Estado, que aspira a crear 30.000 de estas empresas en seis años. Por ahora, los empleados reciben formación práctica e ideológica.
“Tenemos que responder al comandante, porque nos lo ha dado todo”, subraya una ‘facilitadora’ a los trabajadores, apelando a las “responsabilidades” del pueblo, como promover el voto chavista en las regionales del 16 de diciembre.
“Yo contribuyo hablándoles siempre de mi comandante (a la comunidad), lo bueno que hace mi comandante, por qué tiene que continuar con esta revolución”, explica Hereida.
También Manuel Pérez, portavoz del consejo comunal Valle Verde de Guatire, cerca de Caracas, afirma que en las presidenciales se movilizaron con la “estrategia 1×10 (para captar cada uno diez votos chavistas), la defensa del voto y con todo lo que hiciera falta” para la victoria de Chávez.
Con 54.000 dólares concedidos por el gobierno central, el consejo de Pérez construirá un sistema de tuberías para aguas servidas que tanta falta le hace a este humilde barrio y espera recibir recursos para montar una cooperativa de confección.
Este portavoz no cree en la gobernación de Miranda, en manos del ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles, ni en la alcaldía, chavista.
“Si el presidente le dijo a sus ministros que eran pésimos, ¿nosotros no se lo vamos a decir al dirigente local? Es algo que el presidente nos está dando como ejemplo”, dice refiriéndose a una reciente bronca de Chávez a su gabinete.
“La alcaldía puede participar, pero la decisión la toma la comunidad”, ratifica Isia Benite, vocera del consejo comunal de Bosque Alto, también en Guatire, cuyos esfuerzos han permitido a 144 familias que vivían en chabolas obtener viviendas, alumbrado, aceras, educación y hasta trabajo en los programas sociales. Todo gracias al gobierno.
¿Socialismo y rentismo?
“Los consejos comunales ya son prácticamente parte del Estado. Te organizas y a cambio de tu lealtad política, consigues que el ingreso fiscal petrolero pase por tu consejo y puedas satisfacer algunas necesidades: es un asistencialismo más sofisticado”, explica la historiadora Margarita López Maya.
El gobierno defiende que los consejos están abiertos a todos, pero Miguel González, miembro del de San José de Baruta, denuncia que en este rico municipio caraqueño “la mayoría no son afectos” al chavismo y “se les coloca un sinfín de trabas para su registro”.
La ley de los consejos comunales, donde las decisiones se toman en asamblea, determina que éstos son instrumentos para la construcción del socialismo: “Eso ya es una exclusión”, afirma.
“Para participar no tengo por qué estar en una comuna, en un consejo y además suscribir el socialismo”, insiste.
¿Hacia dónde se encamina el socialismo de Chávez que siempre se ha cuidado de distinguirlo del cubano?
López Maya estima que los consejos se “parecen bastante a los comités de defensa de la revolución” cubana y que el gobierno avanza hacia la “recentralización del petroestado”.
“Chávez tiene ese empeño permanente en querer cambiar la psicología de los venezolanos. Su objetivo es que dentro de 10 o 15 años todos seamos socialistas”, dice.
Pero éste es un país “rentista, muy influido por el consumo” y en el que el 44% de los electores no le votaron el 7 de octubre. El presidente “espera que la victoria sea más clara en las regionales y seguir removiendo obstáculos”, estima.
Afp