Por Yahoo! Noticias | El blog editorial
Brie Lybrand es una de esas blogueras de moda que ha ascendido, a su entender, a la categoría de gurú gracias a los vídeos que cuelga frecuentemente en YouTube. Estos suelen ser mensajes alegres, coloridos (tanto figurada como literalmente), llenos de consejos de moda y estética. El del lunes pasado fue distinto. En lo que la propia Brie anunció que sería «un vídeo un tanto diferente» a los habituales, se mostró inusualmente desmaquillada y seria.
«Tengo los ojos en modo zombie total», bromeaba antes de anunciar: «Acabo de recibir un correo de YouTube informándome de que el hombre que me violó durante gran parte de mi vida se ha suscrito a mi [canal]. El hombre que se llevó mi virginidad, el que me robó la virginidad, se ha suscrito a mi canal de YouTube y está viendo mis vídeos». Y remacha entre lágimas: «Mi padre, Steven Bressler, abusó de mí, me torturó y me violó desde que tenía cuatro años hasta que tuve trece».
Lo que sigue es un descorazonador desglose de todas las cosas que le había hecho esa persona, con el que Brie asegura estar desquitándose tras años de silencio. «Nunca pude testificar ante un juez y contarle qué se siente al estar atada y encadenada y ser torturada durante horas cuando tienes cuatro años y es tu padre quien te lo hace», explica.
Añade también que su padre también intentó acabar con la vida de su madre, Ron Lybrand, en varias ocasiones. En una ocasión «le golpeó tan fuerte que se le cayeron algunos dientes» cuando intentaba defender a su hija. «Vi a mi madre en un charco de su propia sangre y luego vi cómo venía a por mí. Aun ahora sufro pesadillas en las que viene a por mí».
Brie, en una imagen extraída de su Facebook.Así, esta mujer, que asegura llamar a Nueva Orleans (Lusiana, Estados Unidos) su hogar, dando a entender que creció en otra ciudad, se planta ante su padre y ante la idea de su torturador y exclama, con una muesca de fino orgullo: «¿Quieres ver en qué persona me he convertido?». A continuación, repasa todo lo que ha hecho con su vida. Cómo en el instituto fue jefa de animadoras. Cómo llegó a licenciarse en la universidad. Cómo decidió convertirse en actriz y lograr algún papel pequeño.
«Creo que lo hice porque quería escapar de la realidad», aventura. «La realidad de las torturas a las que me sometiste. Lo hacía muy bien. Se me dio muy bien fingir que estaba en cualquier otro sitio, Steven Bressler; cuando me estabas violando mi mente estaba en otro sitio. Estaba en DisneyWorld o en playa o escuchando algún musical de Broadway. Estaba en cualquier sitio menos debajo de ti. Eso es algo que he convertido en una carrera».
En un momento de delirio cumbre, Brie (que reconoce que su información no es especialmente concreta y alerta de que su nombre verdadero es Glenda y si no, que le preguntemos a una tal Suz) empieza a mostrarle a su agresor su colección de armas. «Deja que te presente a mis amigos», empieza antes de sacar dos pistolas de diferente tamaño de un bolso color rosa y rematar con una tercera, más pequeña, rosada. Este es el punto más señalado por quienes aseguran que nada de esta historia es real y que se trata, en el fondo, de una prueba de interpretación de mal gusto.
«Me he pasado la vida entera deseándote la muerte», concluye. «No mereces respirar el mismo aire que yo. Cuando mueras, encontraré tu tumba y voy a soltar una gran mierda sobre ella porque es lo que te mereces».