A menos de un mes de haber cumplido 50 años, Amado Boudou recibió un poco esperado regalo navideño de parte de la Justicia: seguirá vinculado a la llamada «causa Ciccone».
La Sala I de la Cámara Federal porteña confirmó, por mayoría, la continuidad de la investigación sobre el vicepresidente y su ex socio José Núñez Carmona. La decisión fue respaldada por los jueces Eduardo Freiler y Jorge Ballestero sostuvieron esa postura, mientras que Eduardo Farah aceptó las nulidades.
La Cámara Federal avaló así la declaración de Laura Muñóz, quien había asegurado que su marido Alejandro Vandenbroele era el «testaferro» de Boudou, aunque el Vicepresidente y el empresario siempre aseguraron que «no se conocen». Sin embargo, en un allanamiento judicial en el piso de Boudou en Puerto Madero se hallaron servicios de un inquilino a nombre de Carusso Donatiello, allegado de Vandenbroele.
El abogado defensor de Boudou y Carmona, Diego Pirota, había planteado la nulidad del testimonio de la mujer (y de la causa) al denunciar que «no está permitida la denuncia entre cónyuges». Es que Nuñez y Vanderbroele ya se encontraban en un litigio de divorcio previo al escándalo de la ex Ciccone.
El presunto testaferro de Boudou figuraba como director del fondo inversor The Old Fund, principal controlante de la imprenta antes de que fuera intervenida y estatizada por orden de la Rosada y el voto del Congreso. Pero la identidad de los verdaderos dueños de ese fondo fue un misterio hasta que se supo que detrás de esa firma estaba el empresario de medios, Raúl Moneta.
Testimonio válido. «Es cierto que la nombrada efectuó numerosos comentarios en contra de su marido. Amenazas, persecuciones, incluso lesiones se enlazan en una secuencia que harían a Vandenbroele protagonista de tales ilícitos. Sin embargo, ninguno de ellos vinculados a esta causa y ninguno que ella no pudiera, sino más aún debiera, denunciar; como en efecto habría hecho», señaló la Cámara.
Los jueces remarcaron que Muñoz siempre respondió que «no sabía nada» sobre las empresas denunciadas y la participación de su marido, por lo cual el Tribunal concluyó que ella «nada pudo aportar acerca de los hechos de la causa, con lo cual ninguna evidencia, ni en contra ni a favor de Vandenbroele, puede considerarse contenida en sus declaraciones».
Otra de las nulidades que había planteado Boudou es por un allanamiento realizado por orden del entonces fiscal Carlos Rívolo en su departamento en Puerto Madero. Boudou adujo «fueros parlamentarios» como titular del Senado.
Así le respondió la Cámara: «Esa infracción normativa que se aduce cometida por el juez al olvidar la aplicación de la ley de fueros ningún corolario fáctico alcanzó: ningún miembro parlamentario vivía o trabajaba allí; no existieron derechos que, en definitiva, se vieran lesionados, o siquiera perturbados, como único motivo capaz de habilitar la sanción pretendida».
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