El suizo, quien acostumbra a tener un intachable comportamiento, no soportó la frustración y, durante el partido que perdió ante Andy Murray en las semis del Abierto de Australia, se despachó con un insulto a su rival
El encuentro de semifinales del Australian Open se desarrollaba en un ambiente de máxima tensión. Andy Murray y Roger Federer intentaban mantener una extrema concentración ya que el más mínimo error podría dejar en el camino al que lo cometiese.
Corría el cuarto set, el británico se imponía por 6-4, 6-7 (5), 6-3 y tenía la chance de cerrar el encuentro en el tie break del cuarto. El suizo no pudo soportar la tensión y, al final de uno de los peloteos, reaccionó contra su rival gritándole un insulto. Fue una imagen inusual para el actual número dos del mundo, quien siempre se ha distinguido por su intachable comportamiento dentro y fuera de los courts.
Tras el enojo, Federer se quedó con el desempate y forzó la definición a un quinto set, que finalmente fue ganado por Murray.
En la conferencia de prensa posterior al partido, ambos jugadores hicieron referencia al cruce verbal, aunque prefirieron restarle importancia. «No me sorprendió tanto. Este tipo de cosas pasan a diario en los partidos de tenis, de fútbol, de baloncesto y en todo tipo de deportes. Fue muy, muy suave en comparación con lo que pasa en otros deportes», sostuvo Murray.
El británico no quiso precisar cuál fue el insulto expresado por su rival: «No es relevante lo que dijo, estoy seguro de que Roger no hablará de eso y yo no tengo interés en discutirlo tampoco, porque, como dije antes, pasa todo el tiempo. La gente va a querer hacer algo enorme de esto, y realmente no es gran cosa».
El suizo, por su parte, tampoco dio mayores detalles del hecho: «Sólo nos desafiamos un poco con la mirada por un momento. No fue gran cosa para mí y espero que tampoco para él».