Todo comenzó cuando un nuevo tipo de máquina de juego entró en el mercado: El Video Lotería Terminal (VLT). Los terminales de juego VLT son controlados por un ordenador central, y se introdujeron por primera vez en 1983 en Bellevue, Nebraska, para prohibirse dos años más tarde. Pero desde entonces, los VLTs se han extendido en todo el mundo y han hecho su camino en el mercado checo desde el 2005.
En un país de 10 millones de habitantes, la República Checa se estima que tiene el segundo mayor número de máquinas de juego por habitante en el mundo, sólo superada por Japón, según Matej Hollan de la Brneni Association, una organización no gubernamental que busca limitar el mercado de juego en ese país.
En aquel entonces el Ministerio de Hacienda decidió tratar el VLT como un «nuevo tipo de máquina desconocida». Esta decisión del ministerio fue en contra de una ley, que estipula que las regulaciones existentes deben ser «adecuadamente» aplicadas a tipos desconocidos de máquinas de juego.
Desde la perspectiva del usuario medio, el VLT no es muy diferente de una slot normal que se «traga» el dinero, permite jugar un juego, y dará en promedio en ganancias (según lo declarado por ley) un mínimo de 10 a 20 por ciento del dinero insertado. Pero el tratamiento del ministerio del VLT fue muy inusual.
La apuesta en las máquinas tragamonedas mecánicas se limitaba a 5 coronas (25 centavos de dólar) por cada juego; en el VLT en cambio era tan alto como 1.000 coronas o 100 euros. Las máquinas tragamonedas no podían colocarse alrededor de escuelas e iglesias, pero los VLT no tenían tal restricción.
Los gobiernos locales podrían regular todo lo relacionado con las máquinas tragamonedas en su área, pero el ministerio no les otorgó el control de los VLTs en absoluto, y no pudieron imponer dichas restricciones en las nuevas máquinas.
Asimismo, los operadores de tragamonedas requieren la renovación de un permiso cada año. Pero para los VLTs, el ministerio dió permisos por 10 años, a veces incluso más prolongados.
No pasó mucho tiempo antes de que la gente empezara a darse cuenta de las decenas de miles de VLTs parpadeantes en las, generalmente pequeñas, salas llenas de humo en muchísimas calles. «El Ministerio ignoró todas las disposiciones de la ley y permitió todo en todas partes», dijo Hollan.
El ministerio respondió en 2009 con el anuncio de un nuevo sistema de permisos para VLTs. Si las regulaciones locales restringen el funcionamiento de las máquinas tragamonedas clásicas, los operadores de VLT primero deberan obtener el consentimiento del gobierno local para obtener el permiso de su VLT.
Curiosamente, justo antes de que el nuevo método entrara en vigor, el Ministerio emitió nuevos permisos para todos los VLTs, de manera que puedan operar durante otros 10 años.
En ese momento, algunos pueblos ya había emitido regulaciones para prohibir o restringir VLTs, simplemente contando como máquinas tragamonedas normales.
Sin embargo, no mucho después, por iniciativa del Ministerio de Hacienda, el Ministerio del Interior impugnó varios reglamentos de este tipo en el Tribunal Constitucional, el más alto órgano judicial en la República Checa.
En todos los casos, el tribunal falló a favor de los pueblos, protegiendo su derecho de limitar el juego para mantener el orden público y la salud, en el ámbito de su autoridad.
Uno tras otro, los pueblos lo hicieron, y más de 26.000 permisos para dichas máquinas fueron revocados.
A finales de 2011, el Ministerio de Hacienda modificó la ley con la que se afirma que los gobiernos locales pueden restringir o prohibir no sólo VLTs, sino también máquinas de juego aún desconocidas. Sin embargo, al mismo tiempo, emitió una disposición que limita a los gobiernos locales, en la prohibición de los VLTs ya autorizados hasta finales de 2014.
El Servicio de Información de Seguridad (SIS), la agencia de inteligencia nacional checa, en su informe anual de 2011 declaró que «los representantes del lobby del juego influyeron en el proceso legislativo de modificar y reforzar el espíritu empresarial del juego, y lo ha hecho a través de instituciones que deciden sobre la forma de la nueva legislación».
La situación está lejos de ser ideal. Según las últimas cifras, todavía hay casi 53.000 VLTs en el país, y unos 3.000 recibieron nuevos permisos este año.
En la actualidad, no existen estudios oficiales sobre el efecto que ha tenido de la enorme industria de las apuestas en la sociedad checa.
Varias organizaciones no gubernamentales reúnen datos sobre el problema, sin embargo, no existen estadísticas globales disponibles.
Karel Nespor, médico checo especialista en enfermedades adictivas, estimó que el número de jugadores patológicos en la República Checa es de medio millón», pero que, por supuesto, es una estimación que no se puede justificar plenamente», dijo Nespor.
En este momento la pequeña ciudad de Ceske Velenice, junto con varias otras ciudades, están elevando una queja ante el Ministerio de Hacienda en el Tribunal Constitucional, exigiendo la abolición de la controvertida disposición que prohíbe a los municipios prohibir las VLTs ya autorizadas hasta el final de 2014.
Esperan que el tribunal protega su derecho a restringir el juego de nuevo, y esta vez para siempre.
«Siempre que el tribunal esté de nuestro lado, todas las ciudades en República Checa serán capaces de regular el juego inmediatamente!», Dijo Petr Radim, miembro del consejo comunal que inició la demanda.
Fuente:www.theepochtimes.com