La falta de talles o los falsos porcentajes de rebaja suelen ser los engaños más habituales, pero hay otros más. ¿De qué manera puede defenderse el consumidor de estos abusos, basándose en la ley?
Las vidrieras porteñas están inundadas por estos días de carteles con leyendas relacionadas al inicio de la liquidación de verano, con descuentos de hasta el 50 por ciento, pero esas rebajas pueden ser una trampa.
En muchos negocios de ropa, los descuentos que se ofrecen en vidriera brillan por su ausencia en los percheros. Ése es uno de los engaños más frecuentes, pero no el único. En diálogo con minutouno.com, Fernando Blanco Muiño, presidente de la Unión de Consumidores de Argentina (UCA), amplía la lista de artilugios y la manera de defenderse de ellos.
Faltante de talles. Algunos comercios ponen «un precio gancho» para un producto pero no están disponible para todos los talles, sobre todo los más grandes. Entonces, es sólo una «liquidación parcial». Legalmente, la información tiene que estar completa: precio, talles disponibles y stock. Si no es así, el comprador puede exigir que se le venda un producto similar al precio de liquidación.
Sin stock. Algunos vendedores suelen utilizar la famosa frase «no tenemos más stock» cuando una persona va en busca de una prenda que está en liquidación. Por ley, cuando se hubiere agotado la existencia de un producto con rebajas, deberá anunciarse claramente esta suspensión en los locales de venta. En caso contrario, el consumidor tiene derecho a adquirir un producto equivalente al agotado a idéntico precio.
Todo junto. Las prendas con precios en liquidación deben estar agrupadas en un mismo sector con el objetivo de que el consumidor las identifique fácilmente. Así se evita que el vendedor pueda engañarlo diciendo que determinado producto no está contemplado en la rebaja.
Falsos porcentajes. Algunos comercios suelen aumentar los precios unos días antes para después rebajarlos en época de liquidación. No hay mucho para hacer en estos casos, ya que la ley no establece nada al respecto.
Sin comparación. Algunos locales no presentan en vidriera el precio anterior al de la liquidación, por lo cual es imposible saber de cuánto es el descuento que se realiza.
Sin cambios. Algunos establecimientos se niegan a hacer cambios de productos en liquidación. Sin embargo, por ley, el consumidor tiene derecho a solicitar otra prenda en lugar de la adquirida. Esto no corre en los outlets donde el comprador ya sabe que la ropa puede venir fallada. Tampoco debería haber ningún impedimento de días y horarios.
Con cambios. Además de exigir la opción de cambio, es importante que se consulte sobre la fecha límite para realizarlo y en lo posible que quede por escrito para evitar que el negocio ponga esa excusa para no darnos otra prenda.
Cierre definitivo. Aunque no se da sólo en época de liquidaciones, los consumidores deben estar atentos a aquellos locales que intentan seducirlos con precios bajos aduciendo un cierre definitivo, que nunca llega. La ley dice que el local sólo podrá hacer estos descuentos 60 días antes de bajar la persiana.
La promesa del 50%. En muchas oportunidades, se anuncia en las vidrieras que los descuentos son de «hasta el 50%». Pero sólo unos pocos llegan a esa cifra y la mayoría de los productos no tienen rebajas superiores al 20%.
Descuento variable. En algunos comercios, cambian el precio de un producto de un día al otro. Hoy puede tener una rebaja del 30% y mañana del 50%, y pasado nuevamente del 30%. Estos cambios, por supuesto, confunden al consumidor.
Blanco Muiño comentó, además, que las liquidaciones en Argentina no se parecen a las que se dan en Estados Unidos o Europa –donde en muchos casos se ofrecen descuentos superiores al 50% real- porque «la carga tributaria de los negocios es más alta y existe menos margen para hacer rebajas».
También pasa por un tema cultural, señaló el presidente de UCA. «El consumidor se acostumbró a los happy hours y van a los shopping a las cuatro de la mañana pero no hay una costumbre por las rebajas», explicó.
Compras inteligentes
Otra de las claves para aprovechar estas liquidaciones es realizar compras inteligentes para no gastar en indumentaria o accesorios que luego quedan archivados en el olvido en algún rincón del placard, señaló Laura Malpeli de Jordaan, creadora de Styletto Image Studio.
La asesora de imagen recomienda «hacer una lista de la ropa que realmente se necesita para canalizar la energía en conseguir esos productos, y no que en alguna prenda que no resulte indispensable».
También es importante saber la cantidad de dinero disponible para salir de compras porque, dice Malpeli, «en liquidaciones, puede pasar que todo parezca más barato y, por ese motivo, se gaste más de lo previsto».
«Es necesario pensar en qué uso se le daría a una prenda que genera interés, y con cómo se la combinaría con otras», indicó. Y recomendó: «invertir en prendas de calidad que se puedan usarse por bastante tiempo, evitando gastar demasiado dinero en modas pasajeras».
Para la experta, «lo ideal es invertir en prendas en tonos neutros para lograr más versatilidad, aunque obviamente si se encuentra una prenda sentadora y en otro color que se pueda combinar, es interesante aprovechar la liquidación.
Mariana Leiva http://www.minutouno.com